Los daños de la ciudad de Les Cayes son considerables, ya que incluso se derrumbó un hotel de varios pisos. También cayó una iglesia, donde aparentemente se estaba oficiando una ceremonia. Mientras que los muros de una prisión se resquebrajaron por los violentos movimientos sísmicos.

El gobierno de Haití declaró el estado de emergencia por un mes ante el desastre, dijo el Primer Ministro Ariel Henry, llamando a la nación a mostrar solidaridad y no entrar en pánico.

Exhorta el Papa en su bendición dominical en la Plaza de San Pedro, a la solidaridad con los hermanos haitianos, y enviar rápida ayuda que alivie un poco las consecuencias de la tragedia.

La sacudida se sintió en gran parte del Caribe, incluso Santiago de Cuba. El USGS emitió una alerta de tsunami, previendo olas hasta de tres metros a lo largo de la costa de Haití. Afortunadamente no se presentó el fenómeno.