En la parte posterior de la camioneta se suben más personas de las que caben acomodados, algunos prácticamente van parados a expensas de caerse, sentados en la orilla.

El colmo fue cuando una de las empleadas que presuntamente ya no alcanzaba lugar en la batea de la pick-up doble cabina se acomodó en el capacete, sin protección alguna y así tránsito por el periférico sin que la autoridad vial le pudiera hacer observación alguna.

Cabe mencionar que este es el segundo incidente en donde empleados de la presidencia desacatan las disposiciones que ellos mismos se encargan de exigir a los particulares, acciones que de acuerdo a la ley de tránsito son objeto de sanción en tanto que el reglamento municipal incluso contempla la retención de placas o documentos.