DUARTE. - Imposible no referenciar lo ocurrido este fin de semana en la capital del estado, toda una maniobra de posicionamiento político, mensajes entre líneas que confirma que Cesar Duarte esta de regreso en la grilla estatal, ¡todo en cuatro tiempos! Donde el postre que le dio fin a la jornada y sabor al retorno fue el triunfalista ¡Duartepasito! Bailado al ritmo del “lero-lero”

CORRAL. - Luego de que el equipo legal y mercadológico del ex gobernador Cesar Duarte mostrara que quedó exonerado de los cargos interpuestos en Estados Unidos por el gobierno estatal, el ¡bum! De la popularidad -buena y mala- se fue elevó exponencialmente. Se convirtió en el tema preferido de las charlas de café y redes sociales, para entonces pocos fueron los que oyeron la “verdad” de Javier Corral, el aparentemente derrotado en este caso, esto fue un buen ejemplo donde la percepción aplasta el análisis de los datos.

CATAPULTA. - El caso de la improcedencia legal contra Cesar Duarte fue de carácter civil, pero fue utilizado hábilmente por el equipo del ex gobernador para relanzarse y ¡reinventarse en su papel de víctima! Condenando con ello al villano favorito de Chihuahua al repudio que ya Javier Corral ha sentido con los amagos de agresiones y reclamos que recibe en lugares públicos.

RESCATE. – Mas allá de todo esto, la versión de Corral tiene algunos datos rescatables; no hay exoneración en un caso civil, se reclamaron propiedades por el gobierno estatal y la defensa de Duarte les ganó, pero no es delito. El ex gobernador panista justifica que se perdió el caso porque el gobierno de Maru Campos ya no le dio seguimiento, acercándola con ello aún más a esa liga del mal con el que arenga sus discursos, pero esa versión tuvo una ínfima trascendencia en relación a la viral versión de la “exoneración”.

CUERDA. - Después del lanzamiento de la versión de Cesar Duarte “remasterizado” la consigna es clara e inocultable; recuperar su presencia política y eso él sabe que solo lo puede lograr llegando a grupos de personas en diferentes latitudes, lideres que le den legitimidad a su retorno.

SIMPLE. - La tarea se simplifica cuando se opera por regiones, por lideres locales y fue entonces cuando sacó la agenda de los que aún le quedaban en su censo personal como fieles a la causa, pero también tienen cabida los que no le habían dado las contras en su persecución y posterior encarcelamiento. Está pasando revista a sus huestes y el primer punto de esa “recolonización” la encontró en Parral, una tierra fértil para esa tarea porque aquí fue donde todo comenzó… y donde, aparentemente, quiere reiniciar.

CAMARA. - En política, no hay casualidades. Las coincidencias suelen ser solo trampas del calendario para disfrazar las causalidades que mueven los hilos del poder. Desde antes que Dalila Villalobos protestara como líder estatal de las síndicas del ONMPRI, César Duarte Jáquez ya tenía el mensaje en su escritorio, ni ella misma sabía que serviría como punta de lanza para penetrar en el PRI estatal y en Parral.

ACCION. - En una jugada precisa, quirúrgica, simbólica de cuatro tiempos, sin saberlo, Dalila se convirtió en emisaria de Duarte ante el PRI estatal y ¡En el plan B del ex gobernador!

DIFUSION. - El primer tiempo fue público y notorio; en una entrevista radiofónica de Parral Duarte elogio a Dalila Villalobos; la definió como un nuevo talento de la política a quien había que apoyar. Se trata de una duartista que inició su carrera en el servicio público estatal en ese sexenio.

TRAMPA. - Ese llamado era apenas la mañana del sábado, pero ya había encendido las antenas de los grupos políticos. El mensaje tenía destinatario: en realidad no era Dalila, iba para el alcalde Salvador “Chava” Calderón, pero sobre todo para el consejero de confianza del presidente; Joel Sandoval, si, el otrora duartista de los tiempos de bonanza, en los difíciles marcó distancia. La cárcel aísla más que cuerpos: rompe lealtades, enfría amistades y mata el paisanaje.

ACCION. - Los que conocen a Duarte saben que este no olvida y mucho menos perdona, en el mejor de los casos solo da cuerda, no se confronta hasta que es necesario y este fin de semana aun no requirió hacerlo.

TRES. – El segundo movimiento fue silencioso, pero igual calculado: una cena en un restaurante de mariscos cercano al “Plan B” con el equipo Dalila–Vicencio Chávez además de algunos otros cercanos, era apenas el preámbulo del cierre de la noche. No fue una tertulia espontánea. Fue una escena diseñada para provocar impacto mediático y social, el mensaje era dejarse ver.

CENA. - Luego, para bajar la cena, se puso en marcha “El plan B” en el antro del mismo nombre, en el restaurante no habían sido captados, la reunión no tuvo mayor trascendencia en redes, por ello el antro “El plan B” cayó como anillo al dedo, literal.

VIVO. - Una vez en el citado lugar, se aplicó el tercer tiempo; se puso en marcha la estrategia que lleva el nombre del negocio, así que todo estaba listo, el lugar, el momento, las cámaras y…la danza del “lero lero, ¡estoy de regreso!”.

ENTRADA. - Desde su arribo al lugar fue reconocido, las selfis y los saludos no se hicieron esperar, era como si fuera “el divo de Balleza”, al entrar el dueño lo reconoció y le ofreció una mesa para él y sus acompañantes, pero el ex gobernador no aceptó, no quería perder visibilidad y se quedó en la barra, de pie, ¡visible!

PICADO. - Luego le pusieron sus “rolas”, obvio, las de Juan Gabriel y aquí se aplicaba el cuarto tiempo, el que culminaba la jugada nocturna con su objetivo logrado. Al bailar ¡el duartepasito! Sin inhibiciones coronó el esfuerzo, el objetivo mediático había sido engendrado y era cuestión de horas para que fuera concebido; muchos lo grabaron en directo a las redes sociales, como fondo de la danza triunfalista aparecen dos caras conocidas; Dalila Villalobos y Vicencio Chávez, sindica y regidor de Parral respectivamente.