SANCION. - El periodo de gobierno pasado en Parral, gobernado por Movimiento Ciudadano y encabezado en el papel por César Peña, puede ser considerado como el trienio perdido para la ciudad –“a reserva de mejorar”- y que además es parte de ese periodo obscuro de 8 años de excesos. Hoy, esa percepción encuentra una validación formal, desafortunadamente no corrió a cargo de los órganos de fiscalización, ni de justicia penal, sino desde una instancia con autoridad moral e institucional: la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).

EXCESOS.- La comisión estatal de derechos humanos durante el periodo de Néstor Armendáriz Loya no estuvo exenta de la presión política, especialmente de los grupos parlamentarios, todo en aras de mantenerse en el cargo, el actual interino del organismo sabe de ello e incluso en virtud a esos tiempos es respaldado por algunas fracciones en el congreso, sin embargo, pese a ello, en al menos una resolución condenó a los sátrapas que se ocultaron bajo la bandera de Movimiento Ciudadano, aunque quienes realmente pagaran esos excesos no serán ellos sino la comunidad como castigo por haber conferido la alcaldía a esas manos.

UNICA. - La recomendación CEDH:5s.1.036/2021 emitida por la CEDH es apenas una de las muchas que se debieron haber emitido, hay otras que han quedado impunes y que tienen el mismo patrón de conducta irregular Desafortunadamente tuvo que costar una vida para que la burocracia al servicio del poder político se viera acorralada y se atrevieran a sancionar a los tiranos.

SANCION. - El municipio de Parral ha sido condenado a reparar el daño causado a la familia de un ciudadano que fue víctima de violaciones graves a sus derechos humanos por parte de la Dirección de Seguridad Pública Municipal en mayo del 2021 durante el periodo de gobierno de Alfredo Lozoya. La víctima, fue exhibida públicamente en redes sociales, vulnerando su dignidad y derechos fundamentales, en un acto que simboliza todo lo que estuvo mal en esa administración, este hecho era una práctica recurrente de venganza asumida por la camarilla de sociópatas que dirigían nuestro municipio.

EJEMPLO. - Lo que es también muy grave es que no fue la Auditoría Superior, ni la Fiscalía, ni la Secretaría de la Función Pública quienes impusieran castigos ante los flagrantes excesos cometidos en el uso discrecional de los recursos y del poder público. Fue La comisión Estatal de derechos humanos quien puso el ejemplo. Esto confirma el grado de impunidad con que se movieron los actores del pasado, pero también del nivel de normalización que alcanzaron los excesos.

UNICO. - Este no es un caso aislado. Es, más bien, la punta de un iceberg que arrastra ocho años de deterioro institucional, iniciados desde la llegada de Alfredo Lozoya a la presidencia municipal de Parral. En ese lapso, la policía dejó de servir al ciudadano para convertirse en herramienta de persecución política, en brazo armado del poder, en guardia privada de propiedades del dueño de la tiendita y en un largo rosario de etcéteras, en donde ninguno se relaciona con el servicio a la comunidad.

ACCION. - La resolución de la CEDH que data desde el 2021 y dirigida a Cesar Peña Valles en su calidad de alcalde de Parral ene se momento marca un precedente, sí, pero también una tragedia moral y económica. Porque los responsables directos —quienes abusaron del poder, quienes permitieron estos atropellos y quienes fueron omisos del encargo que les confirió el pueblo, esos desafortunadamente no pagarán con su patrimonio ni con su libertad. El costo de su irresponsabilidad lo asumirá el pueblo, a través del erario público. Y eso convierte la reparación del daño en una segunda forma de injusticia: la impunidad blindada por el olvido institucional.

LANA. - La primera parte de la resolución emitida como la CEDH se cumplió con una disculpa publica promovida por los agentes policiales involucrados en los hechos, son los autores materiales, los intelectuales aun gozan de impunidad. Es apenas la primera parte de la sanción, falta la pecuniaria y hoy posiblemente se analice por las autoridades municipales y se tase la reparación del daño en pesos y centavos como se ordenó en la resolución, cuyo pago se ha venido posponiendo por años.

PERDIDOS. - ¿Dónde están hoy los órganos de fiscalización? ¿Dónde quedaron los informes, las auditorías, las carpetas de investigación prometidas? El castigo político nunca llegó, y el judicial tampoco parece cerca. Por eso, esta resolución de la CEDH no solo debería sacudir conciencias, sino marcar el inicio de una exigencia social más firme, más organizada, más implacable por los crímenes del pasado.

TRASCENDENCIA. - No solo se dañaron bienes o reputaciones. Se destruyeron vidas, se sembró miedo, se pisoteó la ley, se ultrajó la democracia y se deformó el propósito de la autoridad. Y todo eso, a cambio de migajas, de dadivas, de programas asistenciales disfrazados de progreso.

SANCION. - Hoy, Parral paga no solo los abusos del pasado. Paga su error colectivo: el de haber entregado el poder a un grupo que, más que gobernar, usó la ciudad como feudo personal. Que esto quede como advertencia y lección para el presente y futuro: la dignidad del voto no se vende ni se hipoteca porque cuando lo hacemos, terminamos pagando con creces las dadivas recibidas.