MAL.- ¿Cual grito de independencia? ¿Cuál desfile independentista? Solo simulaciones de un estado fallido. En el país, en el estado y en el municipio se enseñorea el crimen por sobre la autoridad quien ha pasado a ser en el escenario de sangre un cómplice espectador de la barbarie.

SHOW. - Apenas nos recuperábamos de la noche del grito, en donde a nivel nacional, estatal y local, cada quien le dio su sello especial, se convirtieron en el show de los libertarios, se sintieron populares, pero en el fondo saben que sin los artistas no es posible consagrar el rating, para los ciudadanos comunes no son atrayentes ¡si acaso un mal necesario!

VERGÜENZA. - Lo acontecido en la carretera Jiménez-Parral no da cuenta de un estado de derecho, pero si de una barbarie de hecho. Los delincuentes mostraron una vez más quien manda en el país, en el estado y municipio. Tomaron la carretera de todos en un campo de prácticas de fuego ¡y los dejaron!

SORPRESA. - Pero la sorpresa, desafortunadamente ya no es que suceda este fenómeno. La sorpresa es el cinismo de la autoridad que se limita a levantar los muertos y justificar el multihomicidio a un choque entre grupos rivales de la delincuencia organizada. ¡que bueno! Ya nos estábamos preocupando de que fuera otra cosa, seria una irónica respuesta a la necedad de las explicaciones oficiales.

RESPONSABLES. - Los municipios fueron rebasados hace mucho tiempo por el crimen organizado, algunos fueron concentrados en un mando único que ejerce el estado dado que la pequeña fuerza de policías que detiene borrachos, somete riñas públicas o sorprende parejitas en actos considerados inmorales, no son pieza para los grupos delictivos que se enquistan en esas circunscripciones territoriales.

ESTADO. - Luego entonces, ¿el estado que esta haciendo? ¿la federación? ¿Acaso no es su responsabilidad prevenir este tipo de incidentes a través de la erradicación de los grupos delictivos? Sin embargo, estos últimos gozan de cabal salud y protección gubernamental.

EXCUSA. - El fiscal general del estado en su detalle preliminar del choque de violencia, refiere que se trata de personajes ligados a dos carteles, ¡si saben que existen, porque no los combaten! Se ha reducido su función a cronistas de la sinrazón y la violencia, ¡no están cumpliendo con su obligación constitucional!

MAL.- Las mesas de seguridad han resultado inútiles e ineficientes. Mientras que los ciudadanos están expuestos al fuego real, los cuerpos se seguridad creados para su protección están encuartelados o desfilando.

IGNORANCIA. - Los enfrentamientos suscitados entre Jiménez y Parral son frecuentes, entonces, la federación y el estado, no ignoran que existen ¡y lo dejan sueltos! Son un problema social que extorsiona a los ciudadanos, que sobaja a las autoridades, que cobra el derecho de piso y que se paga de las finanzas de los municipios y los negocios. ¿acaso no lo saben nuestras autoridades? No saben que los madereros tienen que pagar una proporción de su explotación forestal, que en algunas partes los gasolineros sobre tasan el precio de los combustibles para darles su parte, que cargan combustibles con cargo al erario municipal, etc.

LIBERTAD. – La autoridad en el combate a la delincuencia ni siquiera tienen una mínima representación, menos una acción preventiva y perspectiva que condene al exterminio estos grupos delincuenciales, en cambio hay un sometimiento con una cómplice inactividad.

PENA. - Si un poco de vergüenza quedara en nuestros gobernantes, se negarían a participar en el grito de independencia, porque al conocerse hechos como los de este lunes, es fácil preguntarse, ¿Cuál libertad’ ¿Cuál justicia? La delincuencia se enseñorea en las comunidades.

PERMISO. - Y cómo se puede proclamar patria y libertad, cuando están acabando con ambas. Los hoy gobernantes desde que son candidato buscaron conseguir el visto bueno de la delincuencia organizada, ese es el poder real, factico del país.

PENA. - Es la herencia que deja un presidente de la republica al servicio del narco, las evidencias sobran, hechos como este los condenan. México esta cooptado por la delincuencia ante un gobierno inexistente, tibio y cómplice.