Lo que no se dice...
1 de septiembre de 2025


AYUNO. - Ayer se consumó un hecho que rompe con una sequía política de casi una década para el Revolucionario Institucional en el Congreso del Estado: el arribo del diputado Guillermo “Memo” Ramírez Gutiérrez a la presidencia de la Mesa Directiva marca no solo un punto de inflexión simbólico para su partido, sino también una oportunidad táctica para oxigenar la representación priista, especialmente en la región sur de Chihuahua.
NULO. - Desde hace ocho años, el PRI no encabezaba uno de los órganos de gobierno del Poder Legislativo. La ausencia era reflejo de una fuerza política en repliegue, en revisión interna, con estructuras locales debilitadas y con liderazgos desdibujados. Hoy, con Ramírez Gutiérrez, diputado del Distrito 21 con cabecera en Parral logra al menos una bocanada de aire fresco y la posibilidad de reconstruir capital político desde la institucionalidad.
GANADOR. - No es un cargo menor. La presidencia del Congreso representa no solo la voz del Poder Legislativo, sino una plataforma de interlocución directa con el Poder Ejecutivo, que bien utilizada puede traducirse en resultados tangibles para las regiones más rezagadas del estado. Parral y la zona sur, que en años recientes han sufrido el abandono presupuestal y político, podrían encontrar ahora un canal de gestión más eficaz. Pero el reto no es menor.
AGREGADOS. - Ramírez Gutiérrez no solo debe demostrar pericia parlamentaria para conducir los debates y promover consensos en un Congreso cada vez más fragmentado; también está obligado a reivindicar la función de representación regional, visibilizando las necesidades del sur del estado en la agenda estatal.
LUJO. - Y es aquí donde entra la parte más delicada: el PRI no puede permitirse que esta presidencia pase sin pena ni gloria. Si Memo Ramírez asume el rol con la sobriedad institucional que exige el cargo, pero olvida el terreno político donde se forja la verdadera permanencia, se habrá perdido una de las pocas oportunidades que el tricolor aún puede tener en la región.
SECRETO. - Las labores propias del congreso deben ser aparejadas con gestión, la atención ciudadana y la articulación con alcaldes, actores económicos y sociales serán claves. El sur quiere respuestas, no cargos decorativos.
TIEMPO. - Por ahora, el beneficio de la duda corre y se concede. La oportunidad es histórica para él, y para un PRI que necesita con urgencia dejar de mirar al pasado para empezar a construir relevancia en el presente.

Desde la Rumorosa…
VISITAS. - Desde ayer, el Congreso del Estado se tiñó con los colores y rostros de Parral. La designación de Memo Ramírez Gutiérrez como presidente de la Mesa Directiva no solo representó un giro institucional para el PRI, sino un momento simbólico que movilizó a toda una red política ligada al sur del estado.
PARRAL. - La invasión parralense fue evidente. Personajes conocidos, operadores de todos los niveles, familiares, amigos y hasta adversarios se dieron cita para presenciar un hecho que no se daba desde hace años: un político de esta ciudad al frente del Poder Legislativo. El mensaje fue claro: Parral quiere recuperar presencia, peso y respeto político, y Memo Ramírez es, por ahora, el rostro de esa aspiración.
JUDICIAL. - Pero esto no acaba ahí. Hoy, la atención se traslada al Poder Judicial, donde se formaliza el ingreso de nuevos jueces y magistrados, muchos de ellos provenientes justamente del distrito Hidalgo. En términos reales, estamos presenciando un reacomodo institucional con fuerte acento regional, algo que no ocurría con esta intensidad desde hace tiempo.
EXPERIMENTO. - La expectativa es alta, tanto dentro como fuera de los círculos jurídicos. El beneficio de la duda ya está en curso. La ciudadanía, especialmente la del sur, observa con atención si esta nueva camada de funcionarios será capaz de elevar los estándares de justicia, profesionalismo y servicio. Lo mismo aplica para los legisladores y actores políticos que hoy celebran estos nombramientos: la legitimidad no se hereda, se construye día con día.
OLVIDO. - Lo que se ve en el Congreso y en el Judicial es, en efecto, una oportunidad. Una oportunidad para que la región sur vuelva a insertarse en las decisiones de alto nivel,para que deje de ser una zona periférica en lo político y se convierta en una región con voz propia.
FOTO. - Eso sí, no basta con estar en la foto. La verdadera prueba empieza después del aplauso. La historia se escribe, sí, con nombres, pero también —y, sobre todo— con resultados que legitiman a quien ejerce el encargo público.








