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Lo que no se dice...

3 de diciembre de 2024
Lo que no se dice...
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DEDICATORIA. - ¡¡¡Llegar hasta aquí no ha sido fácil!!! Esta entrega es un aporte especial dedicado a los desmemoriados y una remembranza para los desvergonzados que pretenden festinar nimiedades para ocultar en sus victorias huecas ominosos y obesos abusos convertidos en excesos de poder de los que fueron cómplices y actores.

ACCION. - El camino recorrido hasta alcanzar significativos avances en la administración municipal de Parral han estado marcados por obstáculos que, aunque a menudo pasen desapercibidos, fueron herencia de la insidia promovida durante 8 años de desentendimiento irracional hacia las obligaciones para con el pueblo.

MUNICIPIO. - En Parral, como en muchos otros lugares, las pequeñas grandes diferencias deben ser valoradas en su justa dimensión, pues son esas las que marcan las dos caras de la administración pública; entre un gobierno que cumple con su deber en medio de controversias y polémicas y otro que pretende pasar inmaculado su pasado donde acallaba, perseguia y amedrentaba convirtiéndose en un obstáculo para el desarrollo y bienestar de la comunidad.

SERVICIO. - Un ejemplo de estas diferencias lo encontramos en la recolección de basura, un servicio básico que, aunque debería pasar inadvertido en el día a día de cualquier administración que se precie de ser responsable, ha sido durante los últimos 8 años un tema de constante crisis.

SEÑALES. - La prestación de este servicio fue una de las grandes carencias de la ciudad, con crisis recurrentes que evidenciaban la falta de un sistema eficiente de operación solapado por la administración municipal independiente o naranja, ¡era la mesma! Pues durante esa etapa, la alcaldía y la empresa concesionaria eran parte del mismo consorcio.

CAMBIOS. - Afortunadamente, las cosas han cambiado. Ahora, con un nuevo gobierno local que ya no tiene vínculos con el grupo encabezado por Alfredo Lozoya, la situación de la prestación del servicio comienza a mejorar. La empresa que tiene la concesión, por sobrevivencia está obligada a cumplir con el contrato y a realizar las inversiones necesarias para que este servicio básico funcione como debe, ¡algo a lo que no estaba acostumbrada!

DATO. - El ejemplo de este cambio lo vivió la síndica municipal el fin de semana pasado, Dalila Villalobos, acudió a realizar una inspección a las instalaciones de la empresa, lo que en sí mismo es un avance sin precedentes ya que con ello rompió con años de indiferencia y, por supuesto, de opacidad.

INSTALACIONES. - A lo largo de su recorrido, la síndica se encontró con un panorama muy diferente al que vivió cuando era regidora, a diferencia de entonces, no solo se le abrieron las puertas de la empresa, sino que también se le ofrecieron explicaciones claras sobre los procesos y se comprometieron a corregir las irregularidades que aún persistían.

CABALLO. - En términos simples, se podría decir que, por primera vez en 8 años, "los de a caballo ahora son los de a pie", es decir, aquellos que antes estaban en posiciones de privilegio, ahora deben rendir cuentas ante las autoridades y la ciudadanía, obligándose a ser eficientes y cumplir con el servicio.

CAMBIOS. - Nunca antes de ahora se había visto una unidad de recolección rotulada con información sobre quejas o campañas de concientización, ¡pese a que era la obligación inscrita en el contrato! La operación de la empresa ahora se ciñe a los requerimientos del convenio, algo que parece normal en el papel, pero que nunca lo había sido en la práctica.

ANARQUIA. - Lo que antes era una anarquía crónica, hoy muestra una estructura controlada y monitoreada, con vehículos equipados con sistemas GPS, cuya información ya se comparte con el área de Servicios Públicos para garantizar su funcionamiento adecuado. Por primera vez en mucho tiempo, las cosas no se quedan en el ámbito de la cofradía política que operaba en las sombras bajo la premisa de la autocomplacencia, ahora la operación está bajo el escrutinio público, ¡tal como debe ser!

SENCILLO. - Es importante subrayar que este avance, aunque pueda parecer sencillo para quienes no conocen el contexto, no ha sido fácil llegar hasta aquí, es el resultado de un esfuerzo titánico de la oposición de esos años y el ejercicio del poder de los actuales.

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SALIDA. -Los parralenses hemos vivido durante años bajo una tiranía administrativa que por fortuna ya no está en el poder, y lo que hoy refleja en realidad el servicio de recolección de basura no es solo un asunto de cumplimiento de contratos o de corrección de irregularidades; ¡es un acto simbólico del término de una era de corrupción y opacidad!

EMBATES. - Dalila Villalobos la síndica, fue una de las figuras que más sufrió en carne propia los embates de quienes hoy, ante la evidente falta de opción, se ven obligados a rendir cuentas. En su tiempo como regidora, enfrentó amenazas y presiones de los mismos actores que hoy deben dar la cara ante las autoridades desde el otro lado del mostrador.

MENOR. - Aunque la situación que se vive actualmente puede parecer un cambio menor, para los habitantes de bien ¡es un gran paso! En dirección a la transparencia, un paso hacia el cumplimiento de las obligaciones que los gobernantes deben atender y, sobre todo, un paso hacia un gobierno que, por fin, empieza a pensar en las necesidades del pueblo y darle su lugar a la autoridad.

CLARIDAD. - Si algo ha quedado claro en este proceso es que, aunque los cambios no siempre son inmediatos, pero cuando llegan, ¡dejan huella! Y los parralenses, después de años de lucha, finalmente podemos ver cómo la diferencia entre lo que era y lo que es ahora la ciudad se traduce en una mejora tangible, no solo en la recolección de basura, sino en la forma en que entendemos y vivimos la política local.

MEMORIA. - Por eso, si algo debemos recordar de este proceso es que las pequeñas grandes diferencias no son solo cuestión de gestión, sino también de voluntad política y de compromiso con los ciudadanos.

RECORDATORIO. - Quizá por eso sea conveniente traer al presente esos ingratos recuerdos de la tiranía que se dejó atrás mediante el voto popular y que hoy en defensa propia se reagrupan desde el legislativo para defender con el mercadeo de sus votos del congreso la ansiada impunidad para los excesos de su pasado inmediato.

POSDATA. - El presente y los siguientes son también un tributo a la ¡flaca!... Memoria de un pueblo que en sesenta días se ha acostumbrado al ejercicio de las libertades perdidas, ¡bien por eso! Pero aun en una famélica imagen del recuerdo deben preservarse los sinsabores de los excesos, porque al hacerlo se evita que vuelvan a ocurrir.

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