DISCULPA. - A confesión expresa, relevo de pruebas, así dicen los abogados cuando el infractor acepta su responsabilidad y confiesa el ilícito. El presidente Cesar Peña tuvo ayer un acto de caballerosidad al ofrecer disculpas a la regidora Dalila Villalobos, pero más allá de este gesto reflexivo se corroboran las acciones que le preceden y que mantienen activas en el cabildo de Parral en torno a la violencia política de género.

REUNION. - La reunión de cabildo estaba preparada para que se generaran condiciones de cuestionamientos a la obra publica del municipio, que de hecho se dieron y de no ser por el presidente hubieran acaparado la atención central de la sesión. Los últimos 8 minutos de la larga sesión de tres horas cambiaron la polaridad de la importancia central.

PEÑA. - La obra pública del municipio sigue siendo cuestionada, Alberto Camarena, titular de esa área fue cuidadoso y aunque le dieron para llevar, no se engancho con los señalamientos aun y cuando estos eran duros y a la cabeza, cortesía de los ediles de oposición, en especial la priista Dalila Villalobos que fue la más obsesiva en el tema y reveló con ello que tiene toda una investigación de meses atrás donde ubica las inconsistencias de la obra pública de Parral.

INCOMODO. - Alberto Camarena, pese a ser ametrallado con preguntas suspicaces y cuestionamientos técnicos, no fue el mas incomodo la noche de ayer. El presidente municipal que desde hace meses había permanecido con voto de silencio en el cabildo, ayer lo rompió y volvió a las andadas.

DEFENSA. - Los regidores oficialistas, los de MC, volteaban a ver al secretario para recibir instrucciones y empezaron a intervenir para defender a Camarena, pocos de ello con un discurso genuino, casi todos era por mandato e incluso hubo quien traía escrita su letanía que debería recitar en el coro naranja, esto no fue suficiente para atemperar los embates que tenían como objetivo desnudar lo que no se hace en obras públicas; calidad y trasparencia.

ALCALDE. - El que si se engancho fue el alcalde. Cesar Peña la volvió a hacer, rompió el voto de silencio, la prohibición de hablar en cabildo hasta que pasen las denuncias en su contra, pero ayer se sintió fortalecido y llamó politiquería a los posicionamientos de oposición, fustigo en su intervención a los que no le aplauden ni le alaban, pero no se defendió con argumentos, se amparó en la descalificación y cuando menos pensó ya estaba otra vez hasta el cuello.

SESION. - Fue entonces cuando el munícipe reflexiono, se sintió traicionado por el remordimiento y el temor y decidido enmendar. Sabia que la defensa de su administración no había sido en el mejor de los términos y aprovechó para ofrecer una sincera disculpa por sus palabras, para ello amortiguo su intervención con una introducción en la que enumero todo lo que ha hecho su gestión municipal para no tolerar la violencia contra las mujeres.

CENTRO. - Luego dio en el centro, en especial la disculpa tenía destinataria con nombre y apellido, Dalila Villalobos, fue entonces que se comprobó que eso de la politiquería era un dardo que tenía un objetivo. Se comprobó cuando reconoció el alcalde con caballerosidad su posible exceso y justifico que no era su intención.