UNIFORMES. - No es justo que se pague por lo que es gratis, por lo que ya fue pagado con los impuestos de todos, no se puede condicionar el acceso a un derecho y menos cuando esta relacionado con la educación.

ACCION. - En un extraño acto de “unidad educativa”, los directores de primarias en Parral, estatales y federales por igual se han puesto de acuerdo en un programa oficial pero no precisamente para mejorar la calidad de la enseñanza.

LINEA. - Esta vez, su alineación es para negar ser la vía de entrega de uniformes y zapatos escolares gratuitos que ofrece la presidencia municipal, encabezada por Salvador “Chava” Calderón.

NATURAL. - ¿La razón? Tan simple como indignante: el cabildo en la autorización de las reglas de operación por primera vez desde que existe este programa prohibió que se cobren cuotas a los padres de familia a cambio de recibir esos apoyos.

GRABADOS. - Es decir, los directivos de las instituciones educativas locales, con su postura en lugar de aplaudir que se elimine un costo que grava a las familias de su comunidad, asumieron no ser parte del proceso si no hay dinero de por medio.

NORMAL. - Esta situación desnuda una práctica que por años se normalizó en muchos planteles: condicionar los apoyos de uniformes y calzado a cambio de cuotas “voluntarias” de recuperación.

DIFERENCIA. - La diferencia entre el ser o no parte de este proceso son 200 o 100 pesos por alumno, así se hacía hasta antes de ahora, lo que ha significado que el avance sea lento en los acuerdos.

RECUERDO. - Sin ese pago, los uniformes en ciclos anteriores se guardaron en direcciones escolares de varias primarias como si fueran propiedad del personal y no de los estudiantes a quienes iban destinados. Ahí se quedaron hasta que fueron innecesarios porque el ciclo escolar concluyó… y con él, también la necesidad.

CHAVA. - La opción que se sugirió ante la negativa de los señores directores y directoras fue que entonces esa tarea a título de gratuidad las debería hacer las asociaciones de padres de familia, propuesta sumamente lógica pero que desnuda una pregunta inevitable: ¿por qué antes, cuando se cobraban cuotas, no se delegaba esa misma responsabilidad a los padres? La respuesta, aunque no se diga, parece tener un componente económico evidente y no necesariamente institucional.

CABILDO. - Ayer en una improvisada reunión no oficial de cabildo el presidente municipal convocó a los regidores para enterarlos del posicionamiento que habían hecho los directivos en reuniones previas al negarse a colaborar si no hay cuota de recuperación. Se deslizó la propuesta de distencionar la situación eliminando la cláusula de las reglas de operación que impide la cuota de recuperación, pero los regidores, permanecieron estoicos y se negaron a mover ni una coma.

ALCALDE. - El presidente se quedó entre la espada y la pared, de acuerdo a las reglas de operación no puede permitir que se cobre por lo que se otorga gratis por el municipio y tampoco se quiere dar el lujo de ser impopular ante los directivos.

TENDENCIA. - Desde la presidencia municipal se intentó resolver el embrollo y en un intento de conciliación con los directivos, el alcalde Calderón prometió empatar los recursos que las escuelas logren recaudar por otras actividades.

BIEN. - Se trata de una mediación para salir bien librado del embrollo, aunque en el fondo el alcalde sabe que es como pagar un derecho de piso ¡por hacer el bien! por primera vez en la historia de entrega de uniformes no se cobra cuota y además se deja la derrama de 16 millones de pesos en Parral, al asignar la producción a los locales, rompiendo con el esquema amafiado de sus antecesores quienes enviaban esas adquisiciones a sus proveedores afines en Guadalajara.

APORTE. -  El alcalde hizo un movimiento político que busca mantener las aguas magisteriales tranquilas, la propuesta del presidente, aunque bien intencionada también es un reconocimiento a la resistencia de quienes parecen más enfocados en la recaudación que en la vocación.

ESPERA. - Mientras tanto, cientos de niños en formación están expectantes a saber si sus padres deben pagar para adquirir su uniforme -que no es obligatorio- zapatos y calcetas que les debe llegar por la vía institucional. La decisión de que esto fluya está en quienes deben ser un ejemplo de empatía, ética y compromiso por ser quienes lideran las escuelas. Predicar con el ejemplo, enseñar valores, promover la inclusión y el bienestar parecen haber sido sustituidos por una simple operación aritmética: si no hay dinero, no hay apoyo.

SOCIAL. - Lo más preocupante es lo que revela el verdadero estado del sistema educativo local: una comunidad directiva que prefiere boicotear una ayuda gratuita antes que perder un ingreso proveniente de los cautivos padres pertenecientes a las escuelas públicas.