DELITO. - Siguen apareciendo las ineficiencias de la administración municipal de ¿la capital de lo bueno? Donde se le busque ¡se le encuentra! No hay algo que se haga bien y con ética, lo mismo en obra pública como en las concesiones; la justicia no llega y la desfachatez de los usufructuarios del poder es cada vez más abierta y descarada, sin el menor recato siguen mintiendo, haciendo obras de mala calidad, prestando servicios deficientes que cobran a precios de eficiencia y coronando la burla al prospectar candidatos “balines”, los votantes tendrán la última palabra.

MAL.- Increíble, pero cierto, la ciudad se cae a pedazos en la obra pública municipal y a la auditoria superior solo le alcanza para hacer observaciones tipo recomendaciones cuando se trata de un agravio a la ciudad y un atraco a sus finanzas.

ASALTO. - La obra pública se ha convertido en un asalto en despoblado en la ciudad. Las empresas preferidas de la administración municipal de Parral cobran sin regateos millones a cambio de deficiencias.

LIMITES. – Se trata de un crimen urbano y como tal deben tener un castigo. La sorpresa es de tal magnitud que no solamente hay una burla en las acciones de obra pública, también existe el cinismo de quien encabeza el área al pretender burlar a los parralenses, prospectándose como una oferta en las urnas, si en obras públicas no puede con el tufo a corrupción que le rodea, ¿qué alcances podría llegar a tener en encomiendas populares?

CASTIGO. - Cuando las acciones de señalamiento de la sindicatura se han cambiado por una tolerante complicidad y la inacabada función de los regidores se sume en la tolerancia, mientras que el órgano interno de control es letra muerta, la auditoria superior solo le alcanza para hacer recomendaciones en grado regaño que no tienen mayor trascendencia, el congreso guarda su distancia, entonces solo queda la condena pública.

DESCARO. - El más reciente agravio a la ciudad está en el anillo perimetral. Terminado recientemente el recarpeteo, hace apenas cuatro meses, la garantía de los trabajos aun está vigente, la mala calidad del asfaltado salta a la vista, pero no actúan.

RECLAMO. - Si la administración municipal no estuviera inmiscuida en la complicidad de la corrupción de la obra pública lo más seguro es que exigirá a la empresa un cabal cumplimiento y el levantamiento total de la carpeta instalada, ¡por deficiente! Sin embargo, los tratan como un apéndice de obras públicas, como a una empresa hermana de las que utilizan para apropiarse del erario público.

MAL.- Transitar por el anillo periférico ahora y hace seis meses es exactamente lo mismo, la diferencia sustancial seria que alguien se llevó a sus arcas trece millones de pesos, por un trabajo de ínfima calidad, deficiente desde su instalación y desfigurado en los primeros meses de uso.

MAL.- La estafa maestra en la obra pública está presente en todos los sectores de la ciudad; la vialidad ferrocarril mantiene permanentes hundimientos, la muy citada obra de la puerta del tiempo además de innecesaria, ¡mala! Sin duda ¡estábamos mejor cuando íbamos peor!