Lo que no se dice...
10 de septiembre de 2020
CAJON. - En el discreto informe de gobierno municipal de Parral, la única voz discordante que le puso sabor al soso evento fue el regidor priista. Igual que los demás, cayó en la tentación de la alabanza, aunque el destinatario fue distinto.
REGIDORES. - Todos los ediles, como uno solo se habían constituido en un coro de halagos para Alfredo Lozoya. para el priista Erick Jurado los méritos son de otro. En su intervención, redirección el aplauso para el secretario del ayuntamiento. La sola mención, le valió el desencaje del rostro de Francisco Sánchez, quien hasta antes de ese momento esbozaba una sonrisa socarrona que se cayo con la alusión de ser el alcalde no electo.
PRI. - El edil priista toco también la trillada frase de la administración independiente, la que presume de no meterle la mano al cajón. No los contradijo, coincidió y justifico; es imposible hacerlo porque todo cae ya a su cajón. Los recursos municipales se redireccionan a un solo proveedor, con diferentes facetas y socios. Al final es el mismo bolsillo. Hay monopolio en la obra pública y el recurso no se derrama.
CABALGANTE. – Bueno ayer se cumplió con el protocolo de rendir el informe y pese a estar cuatro años transformando la administración, aun se les aparecen los fantasmas del pasado; la histórica corrupción que no sale del discurso no alcanza denuncia o enjuiciamiento alguno.
RESCATABLE. – Mencion aparte merece la valentía y osadía de la regidora independiente Tania Ibarra. Refirió que en la gestión de Miguel Jurado se entregó un contrato por quince años a un proveedor. Hecho reprobable que sin duda no debe tolerarse. Se debe abundar en el tema hasta el punto de la denuncia y revelar la identidad del suertudo beneficiario. Hay sospechas que ese es el contrato fundador del famoso cajón, al que desde entonces nadie más le puede meter mano.
SABIO. - Si como dice el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, el pueblo es sabio y toma sus decisiones. El martes, Delicias y su región asumieron una decisión; impedir que se siga dando el saqueo del agua de la presa las Vírgenes.
PUEBLO. – Para el presidente de la república, el movimiento de más de cinco mil personas en torno a una sola causa, no es del pueblo. Descalifico las acciones y señalo que hay manipulación política.
LEGITIMIDAD. – Estamos próximos a constatar que para que los movimientos ciudadanos adquieran carta de legitimación tienen que pasar por la aprobación del presidente. Se asume como quien decide quién y cuándo deben tener, hambre, sed y deseos de manifestarse.
SALIDA. - La rendición de la guardia nacional, fue icónica. No se hizo por la vía pacifica, tampoco por comprender que el ejército o las corporaciones del país, no pueden atacar al pueblo. Lo hicieron porque no les quedo otra. La estrategia que se desplego fue mejor que la de los militares vestidos de guardia nacional. Opusieron resistencia y fueron avasallados, escoltados en su retirada.
MENSAJE. - Es una derrota militar al régimen, el político, ya estaba dado. En los discursos de defensa ante el saqueo del agua se extrañó a los morenistas, no defendieron al presidente. Ninguno saco la cabeza, ni siquiera los que buscan posicionarse en la opinión pública. Su silencio delato su postura.
SEMILLA. - El caso de la defensa de los intereses regionales por el control del agua, siembra una semilla en la visión nacional, ni López Obrador representa el pueblo y tampoco infalible en sus decisiones. La falacia presidencial se derrumba.
REGRESION. - Este movimiento genera una regresión en la memoria colectiva. Las historias de los movimientos revolucionarios estallan en el campo y luego se propagan a todos lados. La opresión y la falta de apoyos del presente son una recreación de lo ocurrido hace más de cien años. Los opresores en aquel tiempo eran aristócratas, hoy son de quien se dice ser el pueblo. ¿aristócrata vestido de chairo?