RIESGO. - Parral se convirtió en la semana del 14 al 21 de este mes en el centro de omisiones de disposiciones sanitarias establecidas por el estado. ¡El gobierno se está muriendo! Nadie dice nada, menos aún aplica la ley.

COTO. -Se ha convertido en un coto, donde las arbitrariedades no tienen límites. Los reglamentos impuestos de manera emergente por el gobierno estatal para tratar de controlar los efectos negativos de la pandemia, han sido borrados.

SITUACION. - Los últimos acontecimientos desarrollados en el marco de la semana señalada para las jornadas villistas es una muestra injustificable de desobediencia y lo peor es que esta infracción comunitaria es arengada por quien juró cumplir y hacer cumplir la ley.

VIOLACIONES. - Las irregularidades han sido una tras otra, sin límite ni intención de corregir. Desde el momento mismo del anuncio de la confirmación de las jornadas villistas, estas en si representan ya una irregularidad, sin embargo fueron auspiciadas porque se trata de  la despedida del alcalde Alfredo Lozoya, pretendía sacarse la espina, en las anteriores, los resultados han sido pésimos en asistencia y económicamente, peor aún.

RESUELTO. - Hoy no corre el riesgo del fracaso económico, ¡ese esta asegurado! Es fácil hacerlo cuando quien paga es el bolsillo de todos, es a costa del erario público, no es una prioridad, pero abrió la posibilidad de darse su despedida.

CONTAGIOS. - Este evento se da en un municipio, donde la arbitrariedad hizo que los sumisos regidores avalaran la venta de terrenos de la mina la prieta para obtener 4 millones de pesos para combatir la pandemia. Ayer ese discurso se volvió letra muerta, no hay necesidad de dinero, porque se derrocha a manos llenas, se trata de un regalo a costa del patrimonio de los parralenses.

IRRESPONSABLE. - Lo barato empezó a salir caro. Desde la mañana de ayer, el bloqueo a los carriles de acceso fueron los primeros costos, aunque tolerables, fue menos tiempo lo que se tardaron en relación a otros años, fue tan solo un puñado de cabalgantes.

COSTO. - El mayor costo se dio más tarde, poco después de las tres de la tarde, dos de los participantes en la cabalgata se vieron involucrados en una disputa y uno de ellos ya no vive para contarla. Sera el sello de estas festividades.

ARMAS. - En esos eventos festivos hay el riesgo, con carácter de casi certeza de que habrá contagios que pueden costar vidas. Contraer Covid, no es una amenaza, es realidad pero en otras condiciones. El joven de 24 años de edad muerto arteramente de un balazo en el corazón se convierte en el costo político que se arrastrara por forzar a hacer un evento que estaba cancelado por sus auténticos creadores, quienes por respeto a los caídos, a ellos y sus familias, por segundo año dejaron de organizarla.

ACCION. - Antes, en la presentación de grupos como el TRI, dejo contentos a muchos de los visitantes, quienes estuvieron en la ciudad atraídos en buena parte por el artista. Los excesos en ese entorno fueron inocultables, los testimonios lo dan lo mismo comerciantes que vecinos.

EDIFICIO. - Mención aparte merece los abusos autorizados al permitir que un edificio histórico como la antigua alcaldía municipal, testigo de la fundación de la ciudad y de movimientos revolucionarios, además de icono de la lucha política de los ochentas, hoy sea utilizado como un simple palco.