¿Y si volvemos al pasado?
13 de octubre de 2021

Erik Jurado
Regidor del ayuntamiento en Hgo. del Parral

De manera romántica el ser humano vuelve una y otra vez al pasado para recordar, pero también para reconstruir su vida. Volver en el pasado imaginariamente es bellísimo, pues ayuda a apreciar lo que fue y trabajar por un mejor futuro.
Pero categóricamente niego que sea deseable volver en el tiempo para rescatar las prácticas, los excesos y fallas políticas de gobiernos pasados.
Hoy México experimenta un proceso de regresión ya muy marcado. A la cabeza del gobierno mexicano está una persona que añora el pasado y quiere re implantarlo, lamentablemente es el pasado de lo peor de la política mexicana.
Poco a poco hemos vuelto a un esquema de dictadura política que se ramifica a varios segmentos de la sociedad y el gobierno. Los medios de comunicación acallados e infiltrados con partidarios del poder en turno, los partidos políticos disminuidos y subordinados a las oficinas de gobierno, el pueblo viviendo de dadivas, las instituciones desaparición y ahora los recursos naturales regresando a la explotación del gobierno saturada de corrupción.
Luego de reafirmar el deseo de volver al control de la producción energética desde el gobierno, ha habido acciones decididas para que sea el gobierno quien se encargue nuevamente de la gasolina, el gas y ahora la electricidad.
Queda claro que el gobierno quiere recuperar el control de todo, pero en su afán genera una inestabilidad que terminará por colisionar y debilitar a la sociedad. Atravesamos por un momento peligroso, por que quien controla los energéticos puede tener el poder de controlar la actividad laboral y el tiempo de los ciudadanos.
Es necesario tomar conciencia sobre el peligro que implican las propuestas del ejecutivo y que al poder nunca le conviene una concentración a ese nivel.
Estamos presenciando un regreso al viejo modelo de economía y de gobierno, en el que el presidente de la republica lo concentra todo en sus manos y eso sin más; es la intentona de la aniquilación de la democracia y las libertades ciudadanas.
De manera muy burda hemos experimentado en el país un movimiento retrograda, que no se traduce en mejoras ni económicas, ni de justicia, ni si quiera de percepción subjetiva de la felicidad, no tenemos un mejor país ni mejores condiciones de vida, lo único que tenemos es un conjunto de viejos perfiles que ya estaban enquistados en el poder tomando decisiones y ahí siguen, pero ahora no se busca un escenario progresista ni transformatorio, lo único que se sigue es el viejo esquema de poder, ese que se quiere perpetuar por varias décadas, debilitando a la ciudadanía y haciéndola padecer necesidad para lucrar con ella.
Es momento en que la ciudadanía demande el control de su destino político y rechace esas decisiones de autoritarismo y control.

La Expresión Continúa...

