Lic. Eduardo Burciaga

Comenzamos el año con nuevos propósitos y nuevas energías, pero también con la incertidumbre de si este año tener esperanza de un mejor panorama económico o una nueva crisis como la que estamos dejan atrás donde la pandemia nos dejó 2 millones más de pobres, personas que pasaron de clase alta y media a la pobreza y lo que falta.

El mundo está pendiente a todo lo relacionado con la nueva variante del COVID-19, la pandemia aun continua, cambiamos de un color de semáforo a otro, intentamos regresar a la normalidad y no se pudo, retornamos al quédate en casa, sin embargo, donde si vamos para abajo sin paracaídas es rumbo a la pobreza.

Según cifras oficiales, la clase media disminuyo, sin embargo, no fue para ser clase alta, al contrario, fuer para ser más pobres, en estos últimos años incremento el porcentaje de población de clase baja de 55.8 a 62 por ciento del 2018 al 2020, mas todo lo que falta del 2021 donde sin duda fue un año más difícil.

Este año que está comenzando, es el de la esperanza donde la pandemia Covid-19 pueda controlarse y se pueda empezar la vida con más normalidad no brincando de un semáforo a otro, así mismo es tiempo de que se generen nuevos líderes, formadores de empresas, de empleos que se reactive la economía tan lacerada que termino, no solo a causa de la pandemia, sino también a causa de los gobiernos indiferentes.

Ejemplo de ellos es la recaudación en materia fiscal viene con más ganas, antes de terminar el año comenzaron las invitaciones con los pagos de IVA en cuanto a diferencias en las declaraciones, la carta porte también es con la finalidad recaudatoria.

Probablemente las auditoria para este año sean más comunes de los que se había pensado, la carga administrativa será más y cada vez más estricta, la automatización de información del SAT, permite los cruces necesarios para hacer una cobranza puntual, sabíamos que llegaría, el año pasado fue más de prueba este año viene más fuerte.

Los empresarios son optimistas, en su mayoría soñadores pero estos últimos años han sido más temerosos, tanto que más de un millón de entes económicos han cerrado, sin embargo, no se puede ser indiferente, como ciudadanos debemos ser más participativos, activar la economía comprando en el comercio local, activando esas empresas medianas que son las que mantienen vivo al país.

Cuidar los trabajos y centros de empleo para que estos puedan generar más y con mejores condiciones y prestaciones, cada año que empieza, comienza con nuevos retos y propósitos, hagamos el propósito de construir un mejor país no siendo indiferentes como hasta ahora, logremos que este años sea el de la esperanza, no como lo que nos prometieron…