Erik Jurado

Somos una sociedad tecnológica no tecnificada. He iniciado este texto con una sentencia sumamente categórica, y de la cual no se entenderá sus repercusiones si no se piensa a cabalidad,  a continuación daré los argumentos que esgrimen lo dicho.

El filósofo español; José Ortega y Gasset desarrolló con notoria lucidez la importancia de la técnica en la sociedad y la vida humana. En su texto Gasset logra identificar la tecnificación con el progreso social, y tal vez con el concepto de humanidad.

Es importante distinguir entre la palabra tecnología y su uso y el de técnica, porque con bastante regularidad llegamos a pensar que son lo mismo.

La tecnología es cualquier producto o dispositivo que facilita o apoya a realizar una tarea es un artefacto que se aplica en la realización de tareas, simples o complejas; puede ser un lápiz que facilita la escritura o una tableta electrónica que realiza múltiples tareas. Ambos dispositivos son tecnologías, no es necesario que los dispositivos tecnológicos sean electrónicos, pues se ha vuelto sumamente popular esa idea.

Mientras que la tecnología es un dispositivo, la técnica es la metódica para la realización de tareas. La técnica es el “cómo” se hacen las cosas. Un médico es un agente técnico, pues domina una serie de procedimientos para curar, el psicólogo conoce las estrategias para el cambio de conducta, el taquero tiene su propia técnica de preparación de los alimentos que le permite ser más rápido y hacer algo delicioso. Podríamos decir que el ser humano crea y utiliza técnicas casi para todo. La técnica al igual que la tecnología facilita el trabajo y lo vuelve más especializado.

Volviendo a la afirmación del inicio, es muy notorio que como sociedad chihuahuense e incluso mexicana somos una sociedad que depende fuertemente de la tecnología, pero no la entendemos, no la fomentamos y no la producimos. Nuestra dependencia tecnológica no está acompañada de la formación técnica.

Para sustentar lo anterior de manera somera basta con preguntar a cualquier usuario de televisión como funciona su televisor de plasma y veremos de inmediato las grandes lagunas que como sociedad tenemos en torno a la ciencia y sus aplicaciones.

Además con el tiempo hemos ido perdiendo el interés en tecnificaciones más básicas, como la enseñanza de los modales o la diplomacia, como el arte o la técnica de la política y el gobierno. Y probablemente ese es el punto al que quería acudir; vivimos en una sociedad que depende muy fuertemente de la tecnológica pero casi ninguno de nuestros procesos sociales está tecnificado, hoy vivimos una era en la que lo popular y la ignorancia han adquirido nuevos vuelos.

Basta con analizar los perfiles de los gobernantes y preguntarse quienes de ellos realmente están preparados para el ejercicio de su profesión o su encargo. Quien de ellos realmente conoce de diplomacia,  geografía, física, procesos ingenieriles, y esto solo para tomar buenas decisiones o guiar efectivamente al pueblo.

Contrario a ellos elegimos lideres sin preparación y que solamente queda en la superficie de los problemas, nunca los soluciona.

En tal condición se vuelve de suma importancia volver al viejo esquema, al de la ilustración, en el que realmente si es importante la adquisición y formación técnica en todas las áreas, incluida la vida social.