El desfile del caballo y el municipio desvanecido.
19 de julio de 2022

Erik Jurado

De los personajes de la política local ninguno tan funesto como Alfredo Lozoya. Lozoya es un personaje que asfixia todo lo que tiene a su rededor, es por antonomasia todo lo que no debería ser un político para dar resultados, una figura que en definitiva ha cambiado la forma de hacer política en Parral. Sí, la política en Parral cambió desde que apareció este personaje; de una política honesta, preocupada por el bien del pueblo, hacia una política de traiciones, malas costumbres, servilismo, violencia, asuntos oscuros y en la franca construcción de un cacicazgo, económico-político.
Había tomado la decisión − y prometido−dejar el tema de ese mal gobernante y ese mal ciudadano de lado, pues ya “no está al frente” (aunque sigue estando detrás), del gobierno municipal, pero la desfachatez de los últimos días sacudió mi amor por el terruño y no me permitió quedarme callado.
Lozoya desfiló. Sí, Alfredo, el caballo, Lozoya desfiló, al lado de su esposa, no son funcionarios, no son figuras con apego al arte o alguna otra expresión social o cultural, no, solamente son el poder detrás del poder y así, con esa desfachatez desfilaron en el acto inaugural de las jornadas villistas, cual si se trataran de autoridades políticas o sociales, así como el cacicazgo que tratan de implantar en un partido que les pertenece, con su esposa frente de él (y ya proyectándola para la que sigue) y funcionarios que les obedecen ciegamente. No sólo quedó claro quien sigue siendo el presidente, sino que quedó claro el grado de servilismo con el que actúa toda una administración y el descaro en la falta de formas, aun y cuando todos sabemos quién toma las decisiones, por honorabilidad es de caballeros dar un espacio a quienes están al frente, pero ¿Cómo pedir honor, a quien no lo conoce?
En ese desfile y estas jornadas se puede leer todo lo que representa el actual poder del municipio. Lozoya es el dueño de la administración municipal, los recursos municipales están comprometidos directamente con él. Pero también los funcionarios y las decisiones le pertenecen. Y así como desfiló en ese evento tardío, donde la ciudadanía fue tratada con desdén, es necesario analizar como ese liderazgo ha venido consumiendo un evento tan digno del municipio como son las jornadas Villistas.
Es claro que la seguridad está comprometida desde que llegó el proyecto independiente-naranja, queda claro que la obra pública, las luminarias, los servicios públicos como la limpia y el destino final de la basura le pertenecen, queda claro que es dueño de una gran parte del presupuesto municipal. Queda claro que es un grupo político que tiene como práctica común atacar utilizando medios o redes sociales, queda claro que es un grupo político que ha sido omiso en muchas cosas, queda claro que utilizan a la gente y que han utilizado a parralenses distinguidos, pero lo que me resulta muy visible es como han ido desmantelando al municipio en el dicho de hacer cosas buenas, mejores que otras administraciones, pero eso es discurso y es discurso falso y una forma de evidencialo rápido es precisamente el evento en el que nos encontramos, un evento que había sido trabajado por años por varios parralenses; las jornadas villistas.
Las jornadas Villistas es un evento que inició por la visión de don Adalberto Gutiérrez y que trienio tras trienio fue trabajado con ahínco por varios presidentes para generar una oferta no sólo regional, sino nacional. ¿Cómo olvidar a Bernardo Avitia promocionando en las jornadas en los noticieros nacionales, a Miguel Jurado en radiofusoras norte americanas o al profe Amaya con tan excelente coordinación?, todos ellos buscando construir un evento para los Parralenses.
Desde que llegó al poder el personaje ya mencionado se buscó volver un negocio personal a esta festividad, presupuestos inflados, más costosos que en otros lugares, rentas y ventas de alcohol, se ha golpeado y disminuido la participación, pues se ha vuelto inseguro, incluso ha habido muertes, cosa que nunca antes sucedió, o formas de presión a la concentración de motociclistas, pues ahí donde veo un indicador muy claro, el evento se ha empobrecido, no hay turistas o son muy pocos, no hay cultura o es muy escasa y no resulta atractivo para nadie venir a un lugar donde te persiguen, te castigan o te matan. Podría argumentar en varias ediciones, pero prefiero dejar una foto que habla por sí misma amigo lector, y eso precisamente ha sucedido, el evento ha venido decreciendo por falta de interés, pero también por el ego de un solo hombre.

La Expresión Continúa...

