Erik Jurado

En lógica un dilema es el planteamiento de un enunciado disyuntivo que contempla dos opciones contrarias y donde la conclusión puede contener a cualquiera ambas.

En la vida cotidiana se plantea un dilema cuando  la persona debe tomar una decisión sobre alguna de las opciones que presenta su realidad, pero pareciera que cualquiera de las opciones tomadas conlleva a escenarios igualmente favorables o desfavorables, según la óptica con que se le mire.

Hoy Acción Nacional a nivel nacional está inmerso en un dilema muy profundo y que tal vez pocos pueden ver, por qué pocos conocen todo el contexto del partido azul.

El PAN tiene a un gobernador en funciones (Javier Corral) que prometió justicia para Chihuahua y una lucha frontal contra la corrupción en todas sus manifestaciones. Ese proyecto fue el pacto que le valió la gubernatura a Corral y convenció a los chihuahuenses. Los chihuahuenses votaron por Javier Corral, prácticamente en ese único compromiso llevar a la cárcel a los involucrados en los actos de corrupción del sexenio anterior. Los panistas se apostaron en esa visión de gobierno. Por ello reclamar obra u otra tarea al gobernador es fútil, pues el compromiso fue con la justicia frente al saqueo.

El mundo de las figuras políticas es muy pequeño, o el discurso de revancha alcanza muy pronto a quien lo profesa. Pues la justicia por Chihuahua puso el ojo en la candidata a gobernador por Chihuahua, María Eugenia Campos y que anteriormente hizo mancuerna con Corral. Y es precisamente en esa situación donde los panistas deben tomar una deliberación frente al dilema que se les presenta:

O bien el gobernador Javier Corral y toda su estructura justiciera son capaces de equivocarse y han cometido un gran error con esta implicada y con ello demuestran una falla en los procedimientos y líneas de investigación que sostienen, que incluso pudo haberse replicado en otros casos observados anteriormente.

O bien el gobernador y su equipo están en lo correcto y los panistas apoyan ahora aquello que juraron castigar.

Es una decisión difícil; pues si Corral se equivoca entonces es probable que los panistas deban una disculpa al grupo de los perseguidos, pero si Corral no se equivoca entonces sería contradictorio apoyar ahora a Maru en una candidatura que se construye sobre un acto del que anteriormente les dio el pase a las oficinas de gobierno. O bien los panistas afianzan su proyecto de justicia o se desmorona frente a la excepción a la regla.

La situación por la que atraviesan los panistas es la perder su calidad moral o a perder su calidad moral. Están atrapados entre la decisión de soltar su discurso anterior para tomar el nuevo pase a las oficinas de gobierno. Si se depositan en una visión pragmática se afianzaran para seguir en el gobierno, si se afianzan en una visión idealista y de congruencia buscarán la justicia frente a la corrupción.

Decisión difícil que se definirá en los próximos días.