El futuro se tiñe morado.
21 de enero de 2021

Lic. Aylín Selene Urquiza Gómez
Licenciada en derecho. Trabaja por su cuenta, asesora jurídica de tiempo completo en el despacho Porras Urquiza.

El día de ayer, tomó protesta Kamala Harris, convirtiéndose en la primera Vicepresidenta en la historia de los Estados Unidos de América.
Durante la ceremonia de inauguración del 46º Presidente de los EE.UU., para nadie pasó desapercibido el majestuoso atuendo que portó la Vicepresidenta: un traje en un espléndido tono morado. Detrás de este traje, hay algo más que una refinada costura y un calce perfecto, es un mensaje contundente, que estoy segura que al igual que yo, todas las feministas lo entendimos.
Sin embargo, Kamala no fue la única que se aventuró a dar este mensaje sin necesidad de emplear palabras. Hillary Clinton también usó el tono morado, respaldando así una lucha que inició incluso antes de que alguna de ellas pudiera soñar con romper el techo de cristal.
Tanto Kamala, como Hillary, a través de sus prendas, rindieron un sincero homenaje a las sufragistas, a quienes les debemos que el día de hoy las mujeres podamos participar de manera activa en los asuntos políticos; sin las sufragistas, hoy no estaríamos celebrando que Kamala esté haciendo historia.
Y es que, aunque muchas personas podrían representar la esperanza a través de un color blanco, para las mujeres, desde décadas atrás, la representa el color morado.
El origen del uso de este color se remonta a las sufragistas inglesas. Fue Emmeline Pathick-Lawrence, una de las activistas más emblemáticas de la época, quien decidió el uso de este color. En sus propias palabras, argumentó que “el violeta, el color de los soberanos, simboliza la sangre real que corre por las venas de cada sufragista, simboliza su conciencia de libertad y dignidad”.
Usar este tono va más allá de un simple sentido de pertenencia entre nosotras, es mostrar al mundo que nuestro movimiento surte frutos, y que cada día son palpables gracias al esfuerzo que hemos realizado.
Estas acciones, como usar una simple prenda, o todo un traje elaborado, no se reducen simplemente a una estrategia de moda, es mostrar que el discurso es afín a las acciones que se realizan. En una época donde el doble discurso y la hipocresía predominan en cada ámbito social, usar un color en una toma de protesta, es un acto significativamente revolucionario.
El futuro se tiñe morado, y no por el simple hecho de que dos grandes mujeres, quienes han logrado una prominente carrera política lo usen, sino porque la esperanza de millones de mujeres se aviva gracias a sus logros.
Bien lo dijo Kamala, que podrá ser la primera Vicepresidenta pero no la última, y es cierto, detrás de ella hay un tumulto de mujeres de todas las nacionalidades, ansiosas por hacer seguir su ejemplo, y porque no, mejorarlo.

La Expresión Continúa...
