Irvin Omaet Alemán Hernández.

Muchas veces he escuchado a gente hablando sobre la conquista de México y la película que te cuentan es siempre más o menos así: El malvado Hernán Cortés llegó a México y de la mano de “la malinche” destruyeron el más grande imperio de mesoamérica, trajeron enfermedades y guerra al pacífico pueblo de México, no vinieron a traer la civilización, la civilización ya estaba aquí. Y si… pero no. El principal problema que yo le veo a la educación acerca de historia es que se nos enseña a separar siempre a los participantes en dos bandos, buenos y malos, capitalistas buenos contra comunistas malos, porfiristas malos contra maderistas buenos, los villanos realistas contra los héroes insurgentes, los malvados conquistadores “gachupines” contra la bendita civilización mexica. Pero nada de esto sucedió así, la historia es algo tan complejo como para tratar de reducirla a simplemente buenos contra malos. Creo que si tuviera que decirle algo a toda esta gente que tiene complejo de víctima debido a la conquista española, sería solamente: supérenlo. No pueden hablar de que “los gachupines vinieron a saquear nuestro país y asesinarnos a todos” porque en primer lugar, en aquel entonces ni siquiera existía un México, este país no es simplemente sus raíces indígenas, es el resultado del mestizaje y el sincretismo entre culturas; y en segundo pero más importante, porque ninguno de ustedes estuvo ahí durante la conquista. Me parece que pretender ignorar nuestras raíces europeas en favor de nuestras raíces indígenas es un daño gigantesco a la identidad nacional, porque sí, los conquistadores cometieron actos terribles, innombrables, pero debemos entender que ninguna civilización en el mundo está libre de estos pecados, se nos olvida que entre las filas que tomaron Tenochtitlan se encontraba una gigantesca mayoría tlaxcalteca y de otros pueblos vasallos de los mexicas. Se nos olvida que aquellos actos por los que condenamos al imperio español son los mismos que cometió el imperio mexica décadas atrás cuando impuso su dominio, se nos olvida que de hecho después de la conquista, la gran mayoría de los tenochcas fue exterminada y los pocos que lograron sobrevivir fueron inmediatamente apestados a las orillas de la ciudad para morir de hambre y frío, así que muy probablemente nosotros tengamos ascendencia más bien de aquellos pueblos indígenas que apoyaron a Cortés, no de los tenochcas. Pretender que hoy en día España pida disculpas por escrito por crímenes que cometió el imperio español siglos atrás es ridículo, es como pedirme a mí que pague por el delito que pudiera haber cometido hace 500 años mi tatara tatara tatara tatarabuelo. Sería lo mismo que pedir al presidente de México que en una carta firmada pida perdón a todos los pueblos conquistados por los mexicas por los actos violentos e innombrables que cometieron ¿lo nota? no tiene sentido alguno. Le voy a decir algo que probablemente a usted le parezca poca cosa o a lo que no le tomará mucha importancia pero que seguramente no había notado hasta ahora, pero la ascendencia (los antepasados) de todos nosotros están manchados de sangre en algún punto de nuestro linaje, el abuelo de algunos de nosotros asesinó al de otro, probablemente incluso con las suficientes generaciones hubieran dos de mis propios ancestros que se odiaban a muerte y de todas maneras aquí estoy yo, ¿a quién le pido perdón por lo que uno de mis abuelos le hizo al otro? Dejemos por favor de victimizar al país y endemoniar a otra nación por un fenómeno tan complejo como lo fue la conquista, dejemos de pensar en la historia en términos de héroes o villanos, es la única forma en que lograremos entender realmente todas aquellas situaciones del pasado que resuenan en el presente.