Evolución social desde una perspectiva subjetiva de la historia.
(primera de seis partes)
14 de enero de 2023
Erik Jurado
Editorialistas Libres de Parral
Los historicistas sostienen, con regularidad, que los eventos históricos obedecen a un devenir inmanente al universo. El ser humano es, en esta perspectiva, únicamente la unidad cognoscente de un proceso complejo y que muchas veces no entiende hacia donde se dirige, pero es receptáculo de esa historia que se deshilvana por sí misma. Las personas somos entonces los receptáculos y los organizadores racionales de eventos, pero no sus artífices.
Personalmente no estoy de acuerdo con esta perspectiva, pero innegablemente es el devenir histórico el material de reflexión para la generación de conocimiento sobre la sociedad, la política, la economía y el ser humano. En buena medida que comprendemos las causas y factores que se conjugan para generar nuestra realidad, en esa proporción podemos generar comprensión, en el sentido estricto de la palabra del todo circundante. El que más entiende más sabe, más puede.
La historia debe ser pensada, analizada y de ella extraer lecciones. Este trabajo que planteo tiene el objetivo de descomponer grandes periodos de tiempo en conclusiones y productos humanos. En seis partes analizaré los grandes periodos de la humanidad y trataré de otorgar un sentido práctico en ellos, así como explicar al ser humano, sus rasgos y visión desde la descomposición de elementos sociales, económicos y culturales.
Para iniciar esta reflexión es de orden lógico comenzar con el periodo prehistórico, ese periodo de la humanidad que esta detallado principalmente por los vestigios arqueológicos y antropológicos, como una tesis hipotética y teórica y que va desde la aparición del hombre al 3,500 A.C. Probablemente durante este periodo de la humanidad, el hombre era menos hombre y más animal, menos un individuo racional y mas instintivo, contaba con un lenguaje primitivo y pautas culturales casi nulas. Este periodo es definitorio en la construcción de las habilidades innatas que aun acompañan al ser humano, una serie de disposiciones que lo hacen responder al medio en automático, es un periodo donde se construyen las pautas más básicas de conducta, pero también las más originarias de todas.
De esta época nos acompaña un sentido continúo de peligro y afrontamiento grupal, podemos juntos con los peligros del mundo.
Esta etapa de la historia nos heredó habilidades emocionales básicas para confrontar al mundo, aquí se formó nuestra vida más instintiva, pero también los patrones sociales más básicos. El apego y sentido de grupo provienen de aquí. La importancia de las otras personas es originaria de esta etapa básica y estamos asidos a nuestra vida social, pues todo se configura a partir de la sociedad, el hombre no es hombre si no está en sociedad.
Además de este periodo el ser humano construye una visión trascendental, y una mística frente al universo, son claros los vestigios de adoración, donde seguramente el asombro y el miedo eran las emociones más frecuentes, pues ante una sociedad pre científica todo era inexplicable.
Sin duda hubieron muchas tantas cosas que se generan en este estadio, como el lenguaje, la comunidad, el sentido del trabajo, pero de entre todas habrá una que me parece de prístina importancia, el lenguaje y la narrativa humana, comienza a construirse una visión sobre lo que somos, nuestros valores y sentido de vida, una construcción arcaica y que debe ser entendida a cabalidad para comprender que sucede en la actualidad con las personas y su melancolía tacita o su desdén a la vida. De esto estaré hablando en las próximas emisiones.