Javier estabas equivocado
13 de julio de 2021
Erik Jurado
Regidor del ayuntamiento en Hgo. del Parral
A unos días de terminar tu mandato como Gobernador del Estado, debo decirte que sin lugar a dudas estabas equivocado. Sé que no podré comprender por completo la carga que llevaste a cuestas durante los últimos cinco años, pues nunca es lo mismo ver los toros desde la barrera, eso dice el conocido adagio, y también seguro estoy que tu inteligencia y ahínco te permitieron hacer lo mejor que pudiste en la circunstancia especifica. Pero luego de reflexionar a profundidad puedo concluir de fondo que; estabas equivocado.
En tu gobierno varios aciertos habrás tenido, los ideales sin duda pudieron ser dignos, pero el razonamiento, ese que subyace a cada acción estaba equivocado. Desde que fuiste electo Gobernador desee que te fuera bien, no solo por el bien del Estado, como luego se acostumbra desear a cada gobernante que sale victorioso, sino porque estaba deseoso que tus elucubraciones fueran ciertas y que verdaderamente me hubiera tocado convivir con uno de esos políticos que cambian la historia. No diré que estoy decepcionado, porque en ese momento realmente no había admiración en mi cabeza ni corazón. Ver como dabas posiciones a personajes que juraste castigar, como Carlos Borruel, o presenciar cómo se manipula la ley y sus procesos fue solamente una confirmación de lo que entonces ya veía.
Fueron varias las conversaciones que tuve contigo Javier, cada uno con su propio punto de vista sobre diferentes temas, pocas fueron las coincidencias y muchas las diferencias. Tal vez mi punto de vista poco te importó entonces, pues alguien con una carrera tan brillante como la tuya, poco interés podría tomar en las palabras de un joven con poca experiencia y más esperanzas que anécdotas por contar.
Hubo una plática en especial, la última, que distanció nuestros caminos y demarcó las cosmovisiones de cada quien, así como la ideología política de cada uno. La plática fue extensa y personalmente dolorosa, no entraré en pormenores solo me centraré en tu punto y el mío sobre lo que la política debe ser.
De manera enfática afirmaste que el quehacer político nada tenía que ver con los caminos y puentes, con calles pavimentadas ni iluminación, sino que el quehacer político estaba contenido en la moralidad ciudadana, y que la meta de todo político es cimentar un ambiente moral para la actividad social. La lucha del PAN es vencer al PRI dijiste.
Hoy, al concluir tu gobierno veo que estabas completamente equivocado, no solamente porque hemos visto una alianza entre partidos que suponías antagónicos, superponiendo la concordia antes que una actitud beligerante, pues al final los integrantes de ambas organizaciones son personas, con necesidades y objetivos más o menos similares.
Pero el error mayor no era ese, el error más grande era estimar que la política y los políticos pueden divorciarse de las necesidades materiales de los gobernados. Claro que la política trata de la iluminación y los caminos, las escuelas y las fuentes de empleo, claro que la política tiene que ver con las facilidades que brinda la estructura de gobierno, pues en realidad no puede haber moralidad sin acciones ni condiciones materiales. No hay moral donde no existen decisiones y solo hay decisiones donde hay libertad.
La política desde su origen tiene que ver con la subsistencia y facilitar la vida, la sociedad está en nuestros genes y su objetivo es mantenernos vivos no impolutos.
Hoy te tildan de superficial y frívolo, realmente no sabré si eso es cierto o simplemente todo fue producto de ese gran error.