Erik Jurado

De entre todos los conceptos que pueden resultar  deleznables para una sociedad, probablemente el de; “involución”, es el menos deseable. Pues hablar de involución es hablar no solamente de estancamiento, es hacer mención de un retroceso, de un proceso que ha iniciado para descomponer o regresar las cosas a un estado anterior. Nuestro municipio se encuentra hoy es un proceso de involución esto en varios aspectos.

Parral está involucionando, su economía es cada vez más débil y va en retroceso, su cultura es pobre y desconocida, su política es decadente y los aportes al conocimiento son prácticamente nulos, la calidad de vida va en picada.

Me gustaría analizar lo que anteriormente he mencionado, para sumarlo a usted amigo lector a la premisa principal de este escrito y es que es necesario implementar acciones para frenar la involución y comenzar a estabilizar nuestro municipio.

Las sociedades se fundan para conseguir una mejora progresiva en la calidad de vida, las personas nos reunimos para conseguir en conjunto lo que no podríamos conseguir en soledad. Nuestro municipio no está cumpliendo con esa premisa principal, al contrario está perdiendo el rumbo.

La economía de Parral pasó del tercer lugar a nivel estatal probablemente al séptimo, pero lo peor es que no parece haber una coordinación general sobre cuales deberán ser las actividades productivas del municipio, ni la vocación principal. Durante mucho tiempo se sostuvo al turismo como el punto de apoyo, pero ya no se vuelve visible esa palanca, parece se ha olvidado.

La cultura, aunque se ha denominado a Parral como capital cultural del Estado, no existe mucha producción cultural o artística, de hecho no existe un apoyo claro hacia estos rubros, en realidad pareciera que manifestaciones culturales que se construyeron con fuerte esfuerzo han ido perdiendo el foco tanto de la autoridad como de la ciudadanía, piense tan solo en la magnitud de las jornadas villistas a lo largo de los años.

La política ha mutado a la improvisación, el populismo y la falta de sentido y técnica.

Y por último y probablemente el peor de todos, el conocimiento. La educación en el municipio de Parral es excesivamente pobre, los jóvenes no están formados en las artes, la ciencia o la filosofía, estamos transitando por un momento de profunda oscuridad y en la que estar educado pareciera que es algo negativo.

Desde esa óptica se avizora un Parral no muy promisorio, pero es necesario cambiar ese sentido y comenzar a construir los goznes que permitan dar un giro a esto y buscar una sociedad más participativa, educada y productiva.

La evolución es sustitución de la involución será un proceso largo pero que debe dibujar con claridad las líneas de acción.

Y dicho cambio se debe ejercer desde todos los frentes y por su puesto con la emergencia de liderazgos con una visión sólida.