Lic. Héctor Chávez

En esta próxima elección a celebrarse el primero domingo de junio, Parral y los parralenses vamos a tener la oportunidad de deshacernos de una fuerza tirana que llegó disfrazada de “independiente” políticamente hablando hace ya casi 5 años a nuestra ciudad. Un movimiento que se suponía venia de un candidato que no estaba ligado a las fuerzas políticas, aunque venia saliendo de un partido político: el PRI, de la mano de varios personajes también priistas y seccionales de la misma estirpe que, aunque la ciudadanía siempre lo supo, este candidato siempre despotrico de su cuna que le dio origen en esta osadía política. Esta persona que, aunque siempre se mofo de los gobiernos anteriores, de la corrupción y malas administraciones, igual se burlaba de los candidatos que tenían que llegar al poder de la mano de un partido y con presupuesto de los organismos electorales que, aunque en esa elección de 2016 iba agarrado de la mano por debajo de la mesa de un partido, termino saliendo del closet de este mismo para buscar la gubernatura viendo que era más económico por esa vía y terminó siendo más corrupto que los corruptos que nos habían gobernado en nuestra ciudad.

Antes los gobiernos municipales de parral eran señalados, aunque nadie los denunció, de pedir diezmo, veinte, es mas hasta el treinta porciento de las obras a los que las licitaban, de pedir moches a las licitaciones, de pedirles moche a sus empleados. Inclusive había que pedir un porcentaje para el partido a todos los que habían conseguido ese bendito trabajo en la administración pública. Casi la totalidad de los que llegan a los puestos de la administración publica llegaban por haber participado en una campaña, pocos llegan ahí por desgracia por tener la capacidad para desempeñarla (esto no solo ocurre aquí en México, es uno de los vicios de los sistemas democráticos).

Resulta que el independiente llegó y superó con creces a sus maestros que le habían antecedido en esta administración pública de Parral. Igual ingreso pura gente que lo acompaño en su camino a la silla de la alcaldía, ninguno llegó ahí por sus aptitudes. Se adueño de todas las licitaciones ya que el termino licitándose todas las obras a sus propias compañías, todas administradas y hasta con accionistas diferentes a los de la familia del gobernante, simples prestanombres. Hizo adjudicaciones directas por montos muy por encima de los establecidos en la legislación local, a través de pequeñas obras repetidas y adjuntas creando una simulación. Se apropio de ingresos de organismos que, aunque eran del municipio se administraban a través de consejos privados en este caso los parquímetros del centro de Parral. Cambió el escudo del Ayuntamiento de Parral colocándole colas de Equinos haciendo alusión a su sobrenombre de como se le conocía coloquialmente. Implemento un programa de uniformes gratuitos para los alumnos de las escuelas públicas que, aunque en principio fue una buena propuesta, el marcar cada uniforme con su logotipo ecuestre no lo fue tanto, ya que estaba utilizando a niños menores de edad con fines publicitarios electorales, fines que él claramente tenia definidos para un futuro ya muy cercano. Desembolso cantidades millonarias del municipio en difundir su imagen a nivel estatal para que se conociera de este “político” que quería competirles a los grandes personajes de la política del estado buscando la silla principal de palacio en la capital del estado.

Mucho le va a quedar a deber a los parralenses que en 5 años no dejó que se disfrutaran grandes obras que, aunque algunas se habían quedado semi construidas, no quiso darle los últimos toques por su forma de protagonismo de no querer que lucieran obras que el no había empezado. Algunas de ellas como: el polideportivo, la mega deportiva, el teleférico.

En 5 años no vio por el deporte en Parral, se abandonó el béisbol que por tantos años le dio fama a los Mineros de Parral. Los Mineros también muchos años le dieron fama a los basquetbolistas de nuestra ciudad. Abandonó el turismo. Cuando la administración recién llego de forma trágica se robaron una estatua del General Francisco Villa de un museo de la ciudad que pocos años después de forma mágica llamada como una nueva estatua volvió a aparecer para colocarla en una calle recién remodelada.

Bien dicen que la historia termina juzgando a cada uno de nosotros y dándole el lugar que cada quien se merece. El ser humano busca trascender para dejar una buena huella de la cual nuestros descendientes se enorgullezcan, pero parece que para otros valen más otros beneficios económicos de dudosa procedencia que la trascendencia.