Lluvia amorosa
15 de julio de 2024

José Guadalupe Rocha Esparza
DICHO POR ROCHA

Llueve, llueve en Tepic. Lluvia amorosa, cariciosa. Bienvenida seas. Lluvia mansa, suave, lenta como acto de amor de mujer sapiente. Lluvia que no se va: se queda. Penetra, silenciosa, en las honduras de la tierra y la deja húmeda como fémina dispuesta a recibir obra de varón. Esta lluvia en Nayarit hace el bien tal como el bien se debe hacer: en silencio.
La lluvia es la única y verdadera música celestial. Oírla es canto de vida, tanto como Gloria de Vivaldi. El agua de Dios acaricia las almas y hace florecer de nuevo los corazones entristecidos. La tierra, tras el don del agua, la recibe agradecida. La semilla se volverá fruto, se volverá vida. Ella dirá Gracias a la lluvia, llenándose de hierba verde y flores coloridas
Viene la lluvia y la bendita niebla con la neblina que no deja ver nada. Desaparece el Cerro o Volcán de San Juan, junto con las casas de la cercana esquina. Quien me busque ahora no me encontrará por esta bruma. Si la niebla de Tepic fuera pintora sería impresionista. El Valle de Matatipac se ha vuelto lluvia, neblina. Doy gracias por la gracia de Dios.


La Expresión Continúa...

