De lector a lector

Marisela Escobedo quería justicia, solo recibió balas. 

Miroslava Breach buscaba libertad de expresión y perdió por ello la vida. 

Antonio Montes Enríquez luchaba por los derechos de su comunidad y ello le costó la vida. 

Cruz Soto Caraveo buscaba que su comunidad estuviera libre del crimen organizado y por ello fue acribillado 

Mireya Rodríguez luchaba por los derechos de la diversidad sexual y por ello la mataron. 

Isidro Baldenegro quería proteger el medio ambiente y esto le costó la vida. 

Jessica Silva protestaba por el derecho al agua y murió acribillada. 

Periodistas, ambientalistas, indígenas,  madres de familia.

Chihuahuenses valientes han perdido la vida por no callar y por alzar la voz contra las injusticias, muchos de ellos olvidados o menospreciados por la justicia. 

Es tiempo que la sociedad nos demos un momento para reflexionar, en Chihuahua si existen los super heroes, sin embargo los hemos dejado solos para que mueran ya sea en la banqueta del palacio de gobierno, en alguna brecha de la sierra o en sus propios hogares.

Por qué, al levantar la voz incomodan a alguien, y no hemos sido capaces de hacer nuestra,  su lucha, ni siquiera un jesto de solidaridad. 

El gobierno simplemente guardia silencio y respira con alivio que la sociedad este tan ocupada en sus rutinas, que no se den cuenta de las barbaries que suceden en las ciudades grandes, en las pequeñas y en  las zonas rurales.

Mientras tanto nosotros repetimos la muletilla "para que quejarnos si nada podemos conseguir" 

Pero olvidamos nuestro derecho a disernir, nuestro derecho a protestar y nuestro derecho a luchar por nuestros ideales. 

Pisoteados una y otra vez, como se menciona en los ejemplos descritos. 

Un gobierno sin críticas siempre será un mal gobierno, y una sociedad crítica siempre será una mejor sociedad.