Erik Jurado

Si hablamos de enemigos de la democracia, de inmediato pensamos en la corrupción, la compra de votos, las imposiciones, pero la realidad es que existen enemigos mayores que laceran e impiden la ejecución de democracias plenas en el territorio, son enemigos que deben ser vistos con claridad y no quitar el dedeo del renglón en su desaparición.

Históricamente uno de los grandes enemigos del progreso humano es la ignorancia, la ignorancia es una condición deshumanizante que afecta fuertemente, pues quien ignora se conduce sin una línea clara sobre el camino de sus acciones.

Con el tiempo ha habido avances significativos en el terreno de la educación y la alfabetización, pero en nuestro país existe aún un sector de la sociedad muy desfavorecido y alejado de las estructuras del Estado dirigidas a educar. Además hemos entrado en un escenario de simulaciones, donde ni siquiera los mismos maestros están, a veces, educados ni procuran los bienes culturales como las artes, la ciencia y la filosofía.

Es sencillo observar el grado de desinformación cuando se cuestiona a los estudiantes universitarios sobre temas de cultura general y amplio interés social. Pregúntele a los universitarios sobre temas políticos y económicos; verá de inmediato la pobreza en la formación de nuestro tiempo.

Es necesario caminar hacia la re consolidación de un trasfondo social basado en el conocimiento.

La pobreza es un factor que aleja a la sociedad y establece grandes brechas, alrededor del 40% de los pobladores de nuestro país vive en la pobreza moderada o extrema. No tienen acceso a bienes y servicios necesarios para poder participar activamente en la vida social y democrática. ¿Cómo pensar en el voto, si no se tiene claro si se comerá o no más tarde?

Por último la enfermedady el pobre acceso a los servicios de salud vuelven imposible que las personas se preocupen por participar en política y razonar su voto.

Estas condiciones son el garante de la política populista, en su expresión peyorativa y negativa, y son precisamente los males contra lo que se debe luchar si se buscar fortalecer la democracia. Contrario a ello, si lo que se quiere hacer es favorecer el control ciudadano y de su voto, hay que seguir por el camino que van las cosas, fomentando esos enemigos de la sociedad se tiende a empeorar la vida de la gente y evitar la consolidación de una participación verdaderamente libre.

Es tarea de la sociedad impedir esquemas de gobierno que promuevan esas condiciones.