Nefasto triunvirato en Pensiones Civiles del Estado
9 de abril de 2022

Columna cañonazos
Del portal Juárez noticias

En esta nueva administración estatal, en Pensiones Civiles del Estado en Ciudad Juárez se ha formado un triunvirato que está dañando las relaciones laborales, lo que sea agrega al ya de por sí mal servicio médico que viene prestando esta institución.
El delegado médico ortopedista Sergio Canales González se ha distinguido por su puntual asistencia a cobrar sus quincenas y poco le importa el mal servicio que se presta, así como la constante falta de medicamentos, y de insumos que se ha agravado incluso aún más que en los tiempos de Corral.
En esta triada también se encuentra el seudo delegado Juan García, quien en contubernio con Canales deciden todo en Pensiones; entre sus tropelías, destacan la baja de médicos especialistas, de médicos generales y de personal de enfermería, con el fin de meter a trabajar y a la nómina a sus incondicionales de ambos.
Esto lo vienen haciendo desde noviembre pasado y tampoco no se ha salvado personal de farmacia, del departamento de citas médicas y del administrativo de haber sido dados de baja, con el mismo fin, poner a sus recomendados, aunque no reúnan el perfil para el puesto.
Vale recordar el caso de los despidos de personal de enfermería, como fue de la encargada del quirófano de nombre Michel, que aun estando embarazada la dieron de baja, situación que es una flagrante violación a la Ley Federal de Trabajo y a los derechos humanos.
También comentan en los corrillos de todo el edificio de Pensiones que fue dada de baja una de sus compañeras de nombre Wendy.
Por cierto, este servicio de cirugía ambulatoria tiene suspendido dos años y medio y no se ha reanudado.
Y para completar este trío de jefes nefastos está la responsable del área administrativa Verónica Zúñiga, quien se caracteriza por su trato déspota, sin ningún tipo de empatía con el personal.
A la jefa Zúñiga todo le molesta y todo ve mal.
Los que la conocen dicen que desde su participación política durante el Duartismo esa ha sido su tónica, ser una persona autoritaria; y es que se ha encargado de dar de baja a los de su área a su cargo.
Todas las acciones de lic Zúñiga son toleradas por Sergio Canales González y por Juan García debido a la falta de compromiso de estos directivos de Pensiones con la gobernadora Maru Campos y con la propia institución.
Ahora todos los profesores en activo y los jubilados están esperando que el nuevo Comité Seccional 42 del SNTE, pongan especial atención en el desorden y falta de presupuesto que existe en Pensiones a nivel estatal, pero muy especialmente en el pésimo servicio que prestan en Ciudad Juárez.
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El personal en activo y jubilados del magisterio pertenecientes a la Sección 42 del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE) tienen puestas todas sus esperanzas en el nuevo Comité estatal que encabezará el profe Manuel Quiroz Carbajal.
Todas las expectativas de los profes están puestas para que los nuevos dirigentes persigan y lleven hasta sus últimas consecuencias la corrupción que encabezaron, en los últimos diez años, los profesores Rene Frías y Ever Avitia como irresponsables de la Sección 42 del magisterio estatal.
Cifran sus ilusiones en que esta planilla que hoy entra al mando llega sin ningún tipo de compromisos con las cúpulas, solamente con la base sindical de activos y jubilados.
Una de las prioridades para los profes jubilados y pensionados, es que este nuevo Comité Seccional deje de cobrarle las cuotas que les impusieron a la fuerza los nefastos exdirigentes como tributo.
Y obviamente que, de forma respetuosa, pero con toda energía, exijan al gobierno del Estado que acelere el pago de lo que las instancias de gobierno le adeudan a Pensiones Civiles del Estado.
Así también que demanden el mejoramiento del servicio médico que presta Pensiones para recuperar, por lo menos, la calidad del servicio que se brindaba todavía hace diez años.
Este nuevo comité llega con mucho trabajo y demandas de la base, ante la debacle que generaron los hoy nuevos ricos René Frías, Ever Avitia y Gabriel Faudoa, quienes solamente utilizaron al Sindicato para beneficiar a sus secuaces e incondicionales, a sus amigos, a sus familiares para llenarse el bolsillo de las cuotas sindicales.
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Algunas de las plazas que individualmente fueron congeladas en el quinquenio del Cabadato, la actual administración las ha ido descongelando y se han ido cubriendo las bajas que quedaron vacantes por diversas causas como por fallecimiento, jubilación, pensión y ceses de los titulares.
Por lo que los sempiternos líderes Arturo Silva Doray y Héctor Cano Villela vuelven a tomar un pequeño respiro, ya que muy poco les falta que las bases sindicales los corran y suceda algo similar a lo que sucedió en la última elección de 42 del SNTE.
Sin embargo, hay aproximadamente 60 trabajadores que aún quedan y que fueron sindicalizados por la administración de Javier González Mocken y por el propio Sindicato y que también de forma arbitraria fueron cesados por el Cabadato; este grupo sigue con la demanda interpuesta y no han sido incluidos en estas últimas negociaciones entre el SUTM y la actual administración.
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El pasado 5 de abril, se celebró la primera elección directa, universal y secreta de Comité Ejecutivo de la Sección 8 del SNTE con el resultado ampliamente conocido, sin embargo, al paso de los días, se van conociendo pormenores que necesariamente tendrán una consecuencia en la construcción y desarrollo de las relaciones institucionales entre la representación gremial y el ente gubernamental con el que tiene su relación primigenia, el organismo descentralizado Servicios Educativos del Estado de Chihuahua. Y es que lo sucedido al interior de los SEECH en el marco del proceso electoral sindical, es por lo menos un acto de irresponsabilidad mayor y por lo mucho, un intento de asonada a la conducción de las relaciones con el SNTE, del que es responsable el secretario de Educación y Deporte del gobierno del estado.
El marco en que se desarrolló la elección del sindicato fue harto complicado: por un lado, la Sección 8 no ha sido históricamente un bastión monolítico. Desde hace décadas las y los trabajadores educativos federalizados han tenido un comportamiento plural que los distingue y sus relaciones con el gobierno han sufrido esos tránsitos. Tan sólo recordar que el gobernador Francisco Barrio nunca pudo designar a su primera propuesta como director general de los SEECH, el Ing. Sergio Villezcas (personaje destacadísimo de la sociedad juarense, con un amplio currículum profesional en el sector educativo), ante la cerrazón política del entonces líder sindical Eloy Gómez Pando, de triste memoria. De allí en adelante, la conducción de los destinos de ese organismo ha estado suspendido entre una frágil y puntillosa línea que todos los gobiernos han cuidado en diversos grados, tratando al menos de no inmiscuirse en procesos sindicales internos a fin de marcar la pauta de la institucionalidad y la gobernabilidad.
Sin embargo, es claro que con la elección de dirigencia celebrada en la Sección 8 hubo quien desde el gobierno decidió no hacerlo de esa manera, metiéndose a fondo, dando directrices a la estructura bajo su mando e incluso, pretendiendo “dar calambres” a quienes no obedecieran “la línea” que aseguraba, venía de palacio. El problema es que por más que lo intentó, la directora general de los SEECH, Sandra Elena Gutiérrez Fierro, nada más no pudo hacer nada para que su alfil, Carlos Guillermo Rico García (el candidato definido, asesorado y apoyado por el defenestrado líder duartista, bailarín y cantante Alejandro Villarreal Aldáz, el mismo que impuso su nombre a una escuela primaria de la capital chihuahuense creyéndose prócer de la patria). Así como se lee: Sandra Gutiérrez apostó todo su capital (que debe de ser muy poco, dado los contundentes resultados) en contra de quién hoy es el nuevo secretario general de la Sección 8 del SNTE, colocando con ese acto irresponsable de injerencia, en un grave entredicho a la gobernadora y al secretario de Educación y Deporte.
Se dirá que en todas las administraciones sin excepción, los titulares de los SEECH siempre se han sentido “autónomos” (pudiera hacerse una narración que resultaría hasta jocosa por la cantidad de anécdotas al respecto, describiendo las caudas de deslealtades e intentos de imposición o de plano, las desobediencias entre éstos y los secretarios de Educación), pero nunca como ahora, la línea divisoria de esa pretendida “autonomía” está tan marcada y por eso mismo se ahondan más las diferencias eternas entre el descentralizado y su cabeza de sector. Pocos directores de SEECH se han concentrado en su trabajo sin mayores aspiraciones, porque en la mayoría les ha punzado la espina de brincar de esa silla a la de Educación: dejar de ser gabinete ampliado para ser gabinete legal. Y es en ese entorno cómo se debe de interpretar la acción de la actual directora general de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua.
Sandra Elena Gutiérrez está en plena campaña para suceder en el momento oportuno a Javier González Mocken; y no se trata de una aspiración sino de su mayor deseo. Siente que su curriculum vitae es inmensamente superior al de quien, por ahora, es su jefe lo quiera o no; y por ello en cada momento de su cortísima gestión se ha encargado, primero en lo corto y desde hace semanas en círculos más amplios principalmente de la grilla azul, de hacerlo evidente. Quiere aprovechar que el secretario de Educación refleja a tontas y a locas su hambre por ser considerado un “panista legítimo” (cosa que se ve muy difícil tomando en cuenta lo que él mismo enmarca en su resumen profesional Wikipedia: “1970-2018 Partido Revolucionario Institucional”; 2018-2021 Movimiento de Regeneración Nacional; Partido Acción Nacional, desde 2021”) y en ese tenor, doña Sandra no solamente exhibe sus hazañas y medallas partidistas en donde debe y con quien debe, sino realizando comparaciones entre ella y el todavía su jefe, sentado donde está por grillas ignotas y no por méritos azules.
En fin: el problema no es que desde el martes pasado, al conocerse los resultados de la elección sindical, la directora general de SEECH es objeto del mayor pitorreo entre su propia gente, pues fue derrotada abrumadoramente. Aquí lo grave es que en esa desmedida ambición por dar el salto, Sandra Elena Gutiérrez Fierro acaba de poner en la lumbre la relación institucional y prudente con la representación gremial. Abrió la boca y declaró líneas en contra del nuevo dirigente, Eduardo Zendejas Amparán; se volcó a favor de Guillermo Rico y negoció con él estrategias con el fin de posicionarlo y ahora, no solamente se ha puesto ella en tela de juicio en su actuar, sino que con su falta de lealtad e institucionalidad, ha comprometido el ejercicio político de su jefe (se insiste: quiéralo o no), el secretario de Educación y Deporte.

La Expresión Continúa...

