Nuestra relación con la vida y la muerte
3 de noviembre de 2021

Erik Jurado
Regidor del ayuntamiento en Hgo. del Parral

Para el ser humano la muerte representa lo desconocido, probablemente la muerte dista mucho de aquello con lo que las personas están familiarizadas; la vida. La sociedad tiene una multitud de recursos para recordarse constantemente que un día se morirá sin remedio; rituales, películas, libros y un sinfín de expresiones hacen presente a la muerte en la conciencia humana.
Pero probablemente al final el punto central de retrotraer a la muerte no es la muerte por sí misma, sino una continua reminiscencia de que seguimos vivos.
Las personas con facilidad olvidan o se distraen de la vida. Gastar el tiempo en asuntos sin sentido, oscuras melancolías y desesperadas búsquedas son manifestaciones continuas de un olvido sobre lo que significa vivir por que se encuentra en la vida.
Tener plena conciencia de la oportunidad que representa la vida es sin duda una misión de prioridad para cada persona, pero con la que con facilidad nos olvidamos.
Hoy el mundo y las empresas plantean mundos virtuales, y el continuo vaivén de las redes sociales y los distintitos distractores, las personas disipan la conciencia y las emociones de su realidad. Hoy, este día puede ser un gran pretexto para recordar no solo que moriremos, sino que estamos vivos y tenemos la oportunidad de hacer aquello que queramos.
La vida del hombre debe recordar su peso y profundidad, la noción de que es única y en ella se pueden desplegar la suma de capacidades que como finalidad última tienen a la expresión completa de lo que se es y la consecución de la felicidad.
La vida del hombre se encuentra en una encrucijada entre recobrar su antiguo valor o mutar a algo diferente. Pero en definitiva debe superar el letargo en el que ha caído por los distractores multiples que le rodean.
El ser humano debe recuperar su origen creador y transformador, antes que la muerte le alcance. Las personas deben mutar hacia su más íntima naturaleza y cuidar su vida, al tiempo que cuida de los demás y su entorno.
El ser humano añora recuperar su felicidad más íntima, esa que lo unía con la naturaleza circundante, pero integrar también los recursos tecnológicos, que le dan un carácter distinto al de los otros animales sobre la tierra.
Estamos destinados a apreciar con mayor intimidad la vida y con ello transformar el mundo, pero en una transformación meditada y saludable. El día de muertos es una oportunidad de retomar el camino y buscar nuevamente la felicidad, de dejar atrás los distractores y todo aquello que enferma al individuo.
De alguna forma extraña la muerte es la forma de promover la vida.

La Expresión Continúa...

