Obsolescencia Programada Cada Vez Más Presente
18 de noviembre de 2020
Lic. Héctor Chávez
Asesor Legislativo en Senado de la República
La obsolescencia programada en los productos de consumo es un tema ya viejo, desde que tenemos uso de razón las cosas que compramos para el día a día, tienen cierta vida útil antes de terminar llenando los rellenos sanitarios de las grandes urbes, basureros cada vez más contaminados, más grandes y llenos de muchos materiales tóxicos para el medio ambiente que van a tardar años y en veces hasta milenios en descomponerse.
El consumismo cada vez es mayor y los materiales que los productos que compramos cada vez son menos reciclables, aunque se manejen con bandera de “Eco-Friendly” (amigable con el medio ambiente).
Empezamos la década pasada con la bombilla incandescente puesta en el mercado en 1901, que de forma automática esta hecha para durar cierta cantidad de horas prendida antes de desintegrarse el filamento que le da su nombre al encandecerse al paso de la corriente a través de ella. Antes y e inclusive muchos años después de la aparición de esta bombilla, los productos eran creados para durar para siempre.
Llego la Gran Depresión de los años 20´s en EUA, al caer los mercados financieros, de cierta forma propiciada y antecedida por los cambios de poder en las grandes riquezas europeas hacía manos norteamericanas, los grandes emporios europeos habían sucumbido durante la Primera Guerra mundial por los mismos efectos bélicos y las economías de los gobiernos del otro lado del atlántico también estaban cayendo por el enorme gasto en armamento que había conllevado esta guerra, incrementándose las deudas de éstos de forma exponencial.
A partir de 1929 en que fue el Jueves Negro en las bolsas de Nueva York que propiciaron esta Gran Depresión hubo ciertas reuniones entre los grandes empresarios de aquel entonces para tratar de establecer un nuevo modelo económico, basándose en esta bombilla que les comentaba líneas atrás, que estaba resultando una gran idea, el hacer que el consumidor cada cierto tiempo volviera a comprar el mismo producto que ya tenía.
En ese entonces pocos siguieron el consejo. No fue hasta los 60´s en que el marketing empezaba a trastocar nuevos canales de distribución entre los que se cuentan: la radio, la televisión, las revistas, los periódicos, los anuncios espectaculares. Estos nuevos productos que utilizaban este marketing se defendían de la cada vez más creciente competencia y buscaban formas de aumentar la demanda de sus productos, o incrementar el tamaño del pastel (del mercado). Resulta que fue más fácil incrementar el tamaño del pastel. Pusieron en practica el modelo económico de la bombilla de luz incandescente y les dieron una vida útil a los productos. De aquí en adelante surgió una nueva industria, los talleres de servicio, estos talleres se beneficiaban de los productos que dejaban de terminar, ya que el consumidor una vez que se descomponía algo, tenía 2 opciones: o compraba uno nuevo o lo mandaba arreglar reemplazando las piezas que se desgastaban.
Este modelo económico de la vida útil de los productos, el reciclaje y reventa hacía los mercados de menores ingresos (por lo regular países de tercer mundo) ha seguido funcionando hasta la fecha, aunque cada vez es más difícil arreglar un artefacto de última tecnología debido a lo minucioso de las partes y los circuitos integrados en los cables y demás componentes, aparte de que los fabricantes cada vez le ponen mayores trabas a sus consumidores precisamente para tenerlos renovando los productos y ellos como vendedores tener a sus accionistas felices. Hasta han desarrollado centenares de diferentes combinaciones de tornillos y formas de ensamblaje y ni así han podido con los mercados de bajo ingreso que no tienen para estar a compre y compre productos nuevos.
Pero hoy en día los grandes corporativos ya tienen un nuevo as bajo la manga, han establecido nuevas regulaciones en primera instancia comprando políticos en EUA (tanto demócratas como republicanos) para que voten a favor de una nueva regulación en la cuál esta prohibido echarle mecánica a los nuevos productos que se vendan bajo esta política (por lo regular productos de alta tecnología). Esta nueva regulación brinco la frontera a México como condicionante de Trump para la firma del T-MEC, los políticos mexicanos en su mayoría no sabían del cheque en blanco que le estaban firmando a EUA.
Resulta que el año pasado firmamos esta regulación y este año nos empiezan a aplicar este “nuevo derecho” y el primero en aplicarla es el pionero en la tecnología: Apple. Resulta que el nuevo iPhone 12 en toda su gama, el nuevo iPad y demás productos de esta manzana ya traen esa nueva política. Al comprar un iPhone de forma tacita estas aceptando a no reparar tu mismo TU teléfono, únicamente Apple lo puede hacer. Pero me imagino que te vas a preguntar…Pero si no les voy a pedir permiso… resulta que ellos contemplaron eso y precisamente ya ninguna pieza se le puede cambiar sin que sea en un centro de servicio Apple. Hay infinidad de foros en internet que ya están inundándose de gente que ha hace experimentos con los teléfonos en los canales de YouTube y al estar haciendo esto, descubrieron que cualquier iPhone al intercambiársele una pieza, aunque sea por la de otro teléfono igual, es decir pieza original, el celular se bloquea en automático y sale un mensaje de “Pieza no original, llevar a reparar a un centro de servicio Apple” aunque le devuelvas su pieza con que venía de fabrica. Estamos hablando desde: una pantalla, la batería, el centro de carga, etc. Con esto ya cualquier teléfono de esta marca al quebrarse, que antes te salía ya caro en algunos miles de pesos repararse, ahora te va a salir casi lo mismo que comprar un iPhone nuevo, y vaya que no son nada baratos.
Lo malo de esto es que como siempre Apple innova en la tecnología, también innova en las tendencias, las demás marcas van a empezar a aplicar la misma y el único perjudicado va a seguir siendo el consumidor y como resultante, el beneficiado va a ser el fabricante multinacional, para enriquecer cada vez más a nuestro vecino del norte. Ya supieron como quitarnos las últimas monedas que traemos en las manos. Ojalá esta política de obsolescencia programada sin derecho a reparación por nosotros mismos, algún día se defienda plenamente en los tribunales, que a mi sentido si esto sigue, estaríamos ya empezando con la nueva tienda de raya dentro de una nueva época feudal, donde el rico cada vez va a ser más rico, la clase media tendería a desaparecer y el pobre cada vez sería más pobre.