Sota Caballo y Rey

En solo los últimos diez meses se registraron en México 4,527 atrocidades. La organización civil “Causa en Común” define atrocidad como “el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo”.

A tres años del actual gobierno, hay registro de 454 masacres (asesinar a tres o más personas). Otro dato espeluznante es el hallazgo de 520 fosas clandestinas, con 700 casos de mutilación, descuartizados y disolución de cadáveres.

Es una lista que horroriza a quien sea, aunque muy pocos saben o se documentan de lo que está pasando en nuestro país en cuanto a la violencia. 321 personas fueron calcinadas, 924 cuerpos aparecieron con visibles huellas de tortura. Es una cuenta que suma a diario el peligro latente en que se vive en nuestro país.

Sin embargo, no hay operativos especiales ni una estrategia clara para abatir la inseguridad. Dentro de quienes han perdido la vida hay 389 mujeres. Los actores y funcionarios de gobierno tampoco han escapado de la diabólica estadística: 63 políticos y 154 funcionarios del área de seguridad. Los defensores de derechos humanos sacrificados suman 16.

Algo que causa miedo son los enfrentamientos entre grupos organizados que delinquen, llegando a contar 130. Incluya en la esta lista negra a nueve periodistas. Cinco entidades federativas encabezan las atrocidades anotadas: Guanajuato, Jalisco, Veracruz, Michoacán y, por supuesto, Chihuahua. Parece que demasiada gente está dispuesta a realizar lo peor para ganarse la vida. De las 4,527 atrocidades resultaron 6,787 víctimas.

Hay regiones que se mantienen en paz y los ciudadanos agradecemos que haya “arreglos”, como en Delicias, Meoqui, Rosales y otros municipios; sin embargo, las dos principales ciudades siguen disputando el territorio. Hay regiones del país que pueden darse por perdidas.

El desfile de horrores va en aumento, muy lejos de las promesas políticas y de lo que se decía que pasaría al militarizar el país. Mejor ejemplo que estos números de solo 10 meses no hay para ver el franco fracaso de la política pública con militares. “Abrazos no balazos” y contando.

Terquedades

El juicio de la historia será implacable contra los responsables del descuido de las negociaciones que se sobreentendían o se hacían de palabra o a valores entendidos.

Por esa falta de inteligencia y la negación de la realidad han muerto demasiadas personas. Si no pueden, renuncien. Hablando se entiende la gente.

La recopilación de la Asociación Civil “Causa en Común” la recuperó Héctor De Mauleón, periodista y columnista de El Universal.