¿Quién soy?
29 de noviembre de 2022

Irvin Omaet Alemán Hernández.

¿Quién soy? Esa es una pregunta interesante. Para empezar, vamos a simplificar las cosas un poco: “Quién” es un pronombre que hace referencia al qué o el cual, simplemente referido a “personas”. Desde aquí podemos partir para definir al “que”, este es un adjetivo interrogativo, el cual pregunta por identidad. Así pues, en vez de responder quién soy, es más sencillo partir de qué soy para luego construir un “quién” y bueno ¿Qué soy? ¿Un hijo? ¿Hermano? ¿Un ser humano? ¿Un animal? A primera instancia puede parecer que hay múltiples respuestas y que esto nos complica un poco más el escoger una correcta. Pero quizá podamos encontrar algún factor en común entre todas las posibles respuestas. Si tuviera que definirlo, sería que todas estas describen organismos vivos. Pero la vida no vino por sí sola, sino que esta surgió de los átomos que luego de la rápida expansión del todo se aglomeraron en estrellas, las cuales forjaron los elementos con los que se formaron los planetas como la Tierra, en la cual se cocinaron los primeros aminoácidos que dieron lugar al ARN, luego al ADN y luego de miles de millones de años a mamíferos, primates, homínidos y finalmente a los seres humanos; entonces, podríamos decir de antes que seres vivos somos materia, somos una de las múltiples formas que ha tenido el universo de organizarse y combatir a la entropía. Pero podemos ir más profundo en esta búsqueda, puesto que no soy únicamente un conjunto ordenado de moléculas ¿cierto? ¿qué hay de la consciencia? Aquello que me hace esencialmente diferente al resto de la materia existente. Bueno, hay algunos pensadores que nos pueden ayudar con esto. Cuando Jesús de Nazaret viajó al desierto y encontró la iluminación, se supo hijo de Dios, esto bajo el pensamiento de que si el principio ordenador del universo, la inteligencia, fuerza o ente creador, se encuentra en todo el cosmos, entonces dicho principio no lo “hizo” per 1 se, sino que era él, de la misma forma en que sus semejantes lo son, pero en otra vida, al igual que todas las formas de la creación. De igual manera ha habido otros quienes exploran la idea de que la creación está interconectada, como los hinduistas, que adoran a Brahma como el actor universal, quien interpreta todos y cada uno de los papeles dentro del cosmos; también tenemos el libro de Andy Weir titulado “El huevo” en el que Dios le dice al lector que cada vida humana: ya vivida, viviéndose y por vivir, es experimentada por la misma consciencia. Pensemos un momento en la red de Indra, esta la descripción que los hinduistas tienen del cosmos, lo ven como una infinita telaraña que está cubierta de gotas de rocío, cada gota tiene reflejadas en sí a todas las demás gotas y cada vez que una de ellas se mueve, cada vez que una gota cambia, todas las demás lo hacen con ella. Esto tiene una alta similitud con el principio de exclusión de Pauli, el cual (en palabras simples) afirma que no pueden existir en un sistema cerrado dos electrones iguales. Si lo pensamos un poco entonces, en un sistema cerrado un intercambio energético requiere que los electrones del sistema se reorganicen para mantener el equilibrio y como no existe ningún sistema perfectamente cerrado excepto el universo mismo, podríamos pensar que cada intercambio energético que producimos reorganiza los electrones del sistema completo. Así que en términos generales me atrevo a decir que soy… soy una de las miles de millones de formas que toma el universo, en este momento soy dicho universo experimentándose a sí mismo a través de este cuerpo que le ha tomado cerca de catorce mil millones de años formar. Pero incluso si dejáramos de lado nuestra conexión con el todo, si tuviera que definirme en base a esta única vida, lo haría como una integral. Verán, una integral, en términos sencillos, es una sumatoria de elementos infinitos contenidos entre dos límites, estos infinitos elementos son a su vez infinitamente pequeños. Si tuviera que dar una descripción de mí mismo hoy día, esa definición probablemente sería un poco diferente a la del día siguiente, a la de hace dos semanas, a la de hace 4 años o la de 10 años en el futuro. Sin 2 embargo, estas descripciones me parecen un poco insuficientes, pues obedecen únicamente al momento presente y descartan la persona que ya fui. Diría yo entonces, que El Ser es entonces la suma de todos sus momentos, actos, experiencias y pensamientos. Cada instante, infinitamente pequeño, se suma, puede que por sí solos muchos de ellos no tengan sentido, pero al sumarlos todos desde el principio hasta el momento presente, todo cobra significado. Entonces ¿Quién soy? ¿Cuál es mi historia? ¿por qué estar aquí? Creo que dependiendo de que tan optimista o pesimista sea mi postura; podría creer que, al menos en el gran panorama, soy nada, soy nadie, o que soy el universo mismo, con todas sus historias, experiencias, fallos, aciertos, toda su bondad, toda su maldad, todo el orden, todo el caos, habido y por haber. En cuanto al motivo de todo esto, la labor que desempeñamos ustedes y yo en el gran panorama, pienso que la vida se hizo para la vida, los seres vivos existimos unos para otros. Estamos (y por ende estoy) aquí pues, para amar, reír, llorar, enseñar y aún más importante, aprender. Es cuánto.


La Expresión Continúa...

