DICHO POR ROCHA

Eros es un fantástico dios, fascinante y delicioso, de enorme poder, que se pasea airoso entre vidas humanas, agitando respiraciones y confundiendo conciencias, responsable de la atracción sexual, amor erótico, fertilidad. Eros es capaz de robar la voluntad, la fuerza del intelecto, arrebatar el destino e imponer el amor, una fuerza viva que alimenta nuestra existencia. 

A partir de su aparición, la vida es más rica y divertida, energía nutriente, motor del flirteo, del halago, de la belleza, de la estética en olores, música, maquillajes, películas. Sedantes e hipnóticos son los besos que fragua Eros, impulsos no tan solo primaverales entre jóvenes, sino también en la vida adulta, donde galopa la imaginación, provocando gozo y energía vital.  

Eros es magia, hechizo, embrujo, erotismo, energía desbordada, viveza atropellada, suave y acompasada, cual hijo de Afrodita, que sucumbe ante la belleza de Psique, arrojándose a ella, entregándose al placer sin límite. Una vida sin Eros estaría trunca. Eros nos lleva al gran amor o múltiples amores. Bienvenido Eros, inyección de vida, esplendor de todos los días.