Columna cañonazos

Faltaba una hora para la medianoche y la mayoría de las estaciones aún con gasolina en sus depósitos subterráneos tenían en espera decenas de vehículos formados, cuyos propietarios con la intención de llenar el tanque antes del mega gasolinazo decretado por Andrés Manuel López Obrador.

Este viernes el gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), las modificaciones al estímulo del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en combustibles a nivel nacional y fronterizo.

Ante el alza de los precios internacionales del petróleo, principalmente por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la Secretaría de Hacienda absorbió los incrementos a los precios de los combustibles mediante el subsidio para evitar los gasolinazos.

Los estímulos en la frontera se eliminaron a las 00:00 horas del sábado y los precios aumentaron considerablemente.

Se trata del gasolinazo más drástico que han sufrido los consumidores de combustibles en la frontera, porque la nueva medida eliminó los apoyos adicionales que tenía bajo el esquema de homologación de precios de la gasolina con los de Estados Unidos.

La medida y el anuncio del incremento en los precios de las gasolinas, desató la paranoia en los consumidores que se volcaron a las estaciones de servicio a cargar los tanques llenos de sus automóviles, antes de la medianoche, hora prevista para el aumento de los precios.

De acuerdo con especialistas, el precio con subsidio rondaba los 16.00 a los 17.00 pesos por litro de magna y el costo pudiera llegar hasta los 23.00 pesos por litro. El aumento tendrá un fuerte impacto en la inflación que provocará el incrementó en los precios de bienes de consumo. 

El gasolinazo fue un golpe bajo a los fronterizos, ya que confiaron en la promesa del presidente de la república de no aumentar los precios, pero este viernes y sábado se llevaron una gran decepción.

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En campaña Andrés Manuel López Obrador prometió que la gasolina debería costar 10 pesos por litro y ya como gobierno no solamente detuvo el precio que dejó el sexenio anterior, sino que lo ha ido incrementando aún antes de la pandemia y mucho antes de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Las últimas semanas Hacienda dejó de subsidiar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) al cien por ciento, y otorgaron otros apoyos complementarios a través del impuesto sobre la renta, con el único fin político de que los incrementos no impacten el 10 de abril en su proceso de ratificación de mandato.

Pero este sábado no les quedó otra que aplicar la fórmula que decenas de veces criticaron en los sexenios anteriores y ahora ya no perjudicaron a los consumidores en etapas, sino que les aplicaron de un solo porrazo el peor gasolinazo.

Los mexicanos se preguntan donde están quedando los cientos de millones de pesos de remanente con motivo del incremento por la exportación de los barriles de petróleo crudo; se dice en el pueblo bueno y sabio que estos remanentes se deberían de utilizar en un subsidio a la gasolina importada que utilizan los mexicanos.

Como la gasolina, hay muchos otros ejemplos de que las promesas de campaña del tabasqueño están cayendo como fichas de dominó, una tras otra va a la coladera de las mentiras y quedarán en los anales de la historia que los mexicanos revivirán en las próximas elecciones, pero principalmente en la elección federal del 2024.

Y como ya lo comentó este columnista de Cañonazos: el pueblo bueno y sabio nota, anota y vota. Al tiempo.