Melecio Corral Solis

Corría el año de 1841 y aquel pequeño montículo  de casas construidas de aterrado y con tejabanes de tableta, crecía en forma acelerada gracias a las ricas vetas del metal preciado encontradas en la región serrana y principalmente con la inversión de los ingleses en la mina "Nuestra Señora del Rosario".

Entre todo aquel caserío que se arrullaba en las noches con el transitar de las aguas rumbo al norte,  en el  interior de un cálido hogar,  en un cartucho improvisado que servía de laboratorio el Dr Jemison hacia sus experimentos, cuando de pronto se iluminó su rubio rostro.

-¡ Ohh My Good! ¡Lo logré! ¡Lo logré! Decía el Galeno emocionado mirando el líquido marrón depositado en el tubo de ensayo mientras afuera dos vacas desnutridas bramaban debiluchas masticando la pastura. 

-¡ Watasaps My Friends! Entro asustado su amigo Josepth Davies. ¿Porque tanto alboroto Jemison?

¡Mr Davies! He creado la vacuna contra la viruela! Aquella terrible enfermedad silenciosa que azotó a esta bella gente en 1833 no volverá a hacer esos terribles estragos ni causar bajas. 

-¿Pero como lo lograste Jemison? Pregunta Davies.

Algo parecido a lo que hizo Edward Jenner aquella tarde de mayo de 1792 en la vieja Europa. 

Contesta orgulloso Jemison. Tomé  la pustula  de esas vacas enfermas que están afuera y mezclada con otros químicos he logrado la  fórmula eficaz para depositarla de brazo en brazo en los GuadalupeCalvenses y prevenirlos de esa terrible enfermedad.

Acto seguido el  Galeno Mr Jemison se dirigió a las autoridades Municipales para solicitar apoyo y luego a la comunidad para aplicar la vacuna.

En 1841 se vacunaron más de mil personas en la Cabecera, también se envió linfa o otros municipios del Estado para que se aplicara de brazo en brazo. Esta acción altruista fue muy oportuna ya que pocos meses después se presentó la epidemia de viruela en la región encontrando a los habitantes prevenidos.

Este acto filantropico de Mr Jemison es diga de recordarse por todos los nacidos en esta tierra y no solo de recordarse sino se imitarse. 

Esto es un ejemplo y prueba de que muchas cosas se pueden hacer por esta tierra por amor a ella y no para engrandecer los bolsillos.

Datos históricos. Fco R. Almada

El Mele