En invierno se consume más azúcar y calorías, con el objetivo de calentar el cuerpo, ello obedece a razones biológicas, además se reducen las actividades físicas más del 50 por ciento, según exertos en el tema. Durante la temporada invernal se observa un aumento de peso en las personas ellos se deben a que las bajas temperaturas exigen al cuerpo humanos una mayor ingesta de calorías y azucares, factor programado de manera genética como un mecanismo de supervivencia Nuestros ancestros más lejanos tenían un estilo de vida muy diferente al actual, ellos requerían mucha energía para enfrentar largas caminatas, cazar sus presas, o trabajar en el campo, vivían en cuevas y bajo condiciones muy precarias. Al llegar el invierno su cuerpo exigía una mayor ingesta calórica y de azucares con le objetivo de ayudarles a sobrevivir y tener la energía necesaria para realizar sus actividades diarias, ello representaba una considerable ventaja que le fue entregada gracias a los procesos de evolución al largo de los años. Esta disposición se heredó de generan en generación, hasta nuestros días, con la diferencia que el estilo de vida ha cambiado considerablemente en temas sociales, culturales y tecnológicos, ahora solo requerimos energía para abrir la puerta del refrigerados y caminar de regreso a la cama o el sillón, pero conservamos la predisposición a solicitar mas alimentos ricos en hidratos de carbono y azúcar. Las mutaciones genéticas necesitan miles de años para producirse, por lo que nuestros genes no han tenido tiempo suficiente para adaptarse, a este fenómeno se le conoce como retraso genómico, el cual se manifiesta durante los meses de invierno. Algunos expertos aseguran que este fenómeno está detrás de patologías como la obesidad y la diabetes. Además, las actividades físicas se ven limitadas por las condiciones propias del clima y las comodidades actuales, la vida cotidiana no demanda esfuerzos físicos tan grandes como antes. Por ello es importante tomar conciencia de las pre disposiciones que cargamos, para generar cambios graduales en los parones de conducta con mayor conocimiento, que contribuyan a mejorar la salud de los integrantes de la familia, reduciendo el riesgo de padecer enfermedades.