La familia Azcárraga, heredera del fundador de Televisa, ha utilizado un entramado de sociedades offshore para canalizar los cientos de millones de dólares que dejaron en herencia Emilio Azcárraga Vidaurreta y su hijo Emilio Azcárraga Milmo, “El Tigre”.

Así lo revela este jueves una investigación del periodista Mathieu Tourliere en la revista Proceso, en el marco de los llamados Pandora Papers, una gran filtración de documentos financieros obtenida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) mostrando a destacados  empresarios y líderes mundiales que tienen activos en paraísos fiscales.

De acuerdo con el reportaje de Tourliere, las hermanas Azcárraga Milmo, hijas del fundador de la dinastía, utilizaron una decena de jurisdicciones offshore para dejar fortunas a sus hijos.

Carmela, cobró notoriedad en fechas recientes cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que el gobierno mexicano debía regresar mil millones de pesos a sus herederos.

Esto provocó las críticas del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien señaló a mediados de septiembre: A los ministros de la Corte no les preocupa, ellos duermen tranquilos.

Imagínense lo que representa entregar 1,000 millones, cuántas becas para niños y niñas con discapacidad, vacunas, apoyo a la gente más pobre, son unos insensibles. Porque pueden alegar que la ley es la ley ¿y qué y la justicia dónde queda?, manifestó el Ejecutivo.

Según el reporte de Proceso, Paula Cusi y Adriana Abascal, dos viudas del “Tigre”, también crearon estructuras offshore. La primera en Islas Vírgenes Británicas, controlando bienes por más de 580 millones de dólares, en  obras de arte y piezas prehispánicas, o lingotes de oro con un valor de 23.5 millones de dólares.

El patriarca Azcárraga Vidaurreta, quien murió en 1972, dispuso que su fortuna se dividiera en tres partes iguales para sus hijos Laura, Carmela y Emilio Azcárraga Milmo, este último padre del actual presidente del Consejo de Administración de Televisa, Emilio Azcárraga Jean.

De esta herencia, el equivalente a 306 millones de dólares fue para Carmela, quien creó en 1995 una sociedad en las Islas Vírgenes llamada The Tulum Management Corp, mediante el despacho suizo Concilium y el banco suizo Lombard Odier & Cie.

A su vez, esta sociedad controló otra denominada The Tulum Foundation, propietaria de una empresa en España que controlaba bienes inmobiliarios por 1.8 millones de euros y, según Touriliere, estaba vinculada con las compañías fachadas Bros Overseas Limited, Bros North America Limited y Lawdale Limited.

En abril de 2006, Carmela Azcárraga creó otra estructura offshore de 26 entidades para legar decenas de millones de dólares a sus hijos, producto de su matrimonio con Alejandro Burillo. Los bienes controlados por esta estructura ascendían a 48 millones de dólares en 2009.

Señala el reporte que los nietos de Carmela Azcárraga, hijos de Carmela Burillo, también utilizaron este tipo de estructuras offshore para controlar bienes inmobiliarios, en este caso en Vail.

Por su parte, Laura Azcárraga Milmo y sus hijos, los Diez Barroso, están vinculados con varias sociedades offshore producto de las herencias familiares.

La primogénita, Laura Diez Barroso de Laviada, quien preside el Consejo de Administración del banco Santander, creó en 2012 una sociedad en Islas Vírgenes Británicas, para guardar 160 millones de dólares mediante la póliza de un seguro de vida de una entidad luxemburguesa.