Edgar Piñon Dominguez

De lector a lector.

¿Qué sería de nuestro país, de los indicadores de consumo y del ingreso para millones de Mexicanos sin los más de 40,000 millones de dólares que han enviado nuestros paisanos este último año?

Prácticamente es la “industria” mas potente que tiene hoy en día México y sustento de una maltratada economía. 

Más de 10 millones de Mexicanos reciben en transferencias directas, lo que ni juntando todos los programas de gobierno de todos los niveles, se pudiera si quiera acercar al monto que envían los Mexicanos radicados en Estados Unidos. 

Esta gran subvención, no tiene comparativo en todo el mundo, salvo por China e India que tienen una densidad poblacional siete  veces más grande que la nuestra. En Estados Unidos hay 39 millones de Mexicanos: 12 millones de migrantes, 14 millones de Mexicanos de segunda generación y 13 millones de Mexicanos de tercera generación. 

La mayoría en edad laboral y con nexos familiares y económicos  de este lado de la frontera. 

Definitivamente sí México pasara de 120  a 160 millones de habitantes, todos en territorio nacional, el país quedaría en la debacle. 

El bono demográfico que se ha expulsado al país vecino del norte es una de las grandes alternativas de desarrollo para millones de familias y no es algo de lo que el gobierno se tenga que sentir orgulloso, finalmente  la mayoría de Mexicanos que migraron a Estados Unidos lo hicieron presionados por las precarias condiciones de vida en su propio país.   No solamente fueron expulsados, si no que ahora mantienen sólida la economía mexicana, en ese sentido merecen una disculpa y un gran agradecimiento, desafortunadamente esto no se ve por ningún lado, siguen siendo extorsionados por autoridades migratorias, no siempre encuentran las condiciones de seguridad al regresar a casa y muchos de ellos han preferido dejar de venir, sin embargo siguen enviando dinero. 

Mientras tanto vemos a un gobierno federal presumiendo como uno de sus  principales logros el aumento de remesas en 2020. Pero muy poco o casi nada tiene que ver el gobierno en este logro económico, salvo por la presión que a lo largo de los años ejerció en una economía maltrecha para que millones de Mexicanos fueran expulsados del sistema económico, se apegaran a otro y ahora sean el puente más exitoso de transferencias entre ambas economías. 

No está mal que el gobierno federal comunique el aumento de remesas y agradezca a nuestros paisanos, por su solidaridad, lo que está mal, y es hasta vergonzoso es que lo presuma como un logro. Cuando debería estar analizando el marco regulatorio de comisiones que deja cifras millonarias a las compañías que realizan las transferencias, y facilitar dicho proceso entre ambos países. 

Definitivamente nuestros paisanos nos han salvado de nueva cuenta y muy poco se ve en la práctica para agradecer este gesto que hacen con la economía mexicana. 

Desde aquí un agradecimiento a cada uno de ellos, por soportar, irse a un país con una cultura diferente, con otro idioma y otras costumbres y que no siempre han sido recibidos de la mejor manera, y aún así nunca olvidan sus raíces, a la gente que dejan de este lado y los lazos que los unen a sus comunidades en México. 

Esta característica de una cultura tan densa como la mexicana, ha sido la gran válvula de escape que tan solo el año pasado significó más de 40,000 millones de dólares transferidos directamente a millones de hogares.