Convencidos de que la ciencia y la academia resultan fundamentales para la soberanía nacional y que, para cumplir con este objetivo, se debe apuntar a la calidad y al máximo aprovechamiento del talento humano que hay en el país; que la investigación, la tecnología y la innovación deben ser instrumentos al servicio de la sociedad y de la atención de los grandes problemas locales, nacionales y globales; que quienes se dedican a estas tareas deben tener ingresos y condiciones de trabajo dignas en todo el país, se firmó en Acapulco, Guerrero, el Manifiesto del Consejo Nacional de Ciencia y Academia en apoyo a Claudia Sheinbaum Pardo.

El evento se realizó en el salón Costa Azul del Centro de Congresos Gamma con la presencia de Arturo Manuel Chávez López, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de México; Rosaura Ruíz Gutiérrez, de la Facultad de Ciencias de la misma UNAM; Irma Judith Ruíz Rodríguez, del Tecnológico Nacional de México, campus Chihuahua II, así como trabajadores representantes del sector educativo de cada uno de los estados.

En 2024 no se define sólo un nuevo gobierno, sino que se expresará el respaldo al momento histórico abierto en 2018 y refrendar el compromiso con la transformación del país y la consolidación de una sociedad que tenga como fundamento el bienestar, la justicia y la democracia social.

Pero antes, debemos definir el liderazgo que nos conducirá en la nueva etapa que nos espera, de tal forma que académicos, científicos, docentes e investigadores no dudan en considerar que Claudia Sheinbaum es la que debe abanderar, con innovación, la siguiente etapa de la cuarta transformación.

Sheinbaum Pardo es una mujer comprometida con las mejores causas: académica, científica, ecologista, honesta, cercana a la gente, con amplia experiencia de gobierno y luchadora social que ha impulsado, como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, una política educativa, científica y tecnológica incluyente, bajo un esquema colaborativo con el cual logró articular los esfuerzos de distintas instituciones educativas, centros de investigación, innovación y actores de la sociedad civil.

Con el referido manifiesto se delinea el modelo de trabajo que debe guiar los esfuerzos futuros para la construcción de un Estado de Bienestar que garantice los derechos del pueblo de México.


Quienes firman este documento, reconocen y apoyan su liderazgo, convencidos de que ella garantiza la construcción de un nuevo modelo científico y educativo comprometido con el desarrollo con justicia social que necesita nuestro país.