Crónica:
Primero el Comer y después el “Deber”
“La Brigada” de Agricultores esperan la respuesta de CFE al amparo de una vasta "Discada".
Habían llegado desde temprana hora a las instalaciones de la CFE, como en la época de la revolución, “la brigada Rentería” tomo las instalaciones y pacientes esperaban respuesta a su demanda, pero la que llego fue el hambre, debilitando con certeros embates la vitalidad de los oriundos de la Vieja Huejoquilla.
Bajo la mirada de los cuerpos de seguridad que se apostaron frente a ellos, como delimitando el terreno, aquello era un indicio de que la jornada pintaba para largo. La hora de echarse un taco que reavivara las protestas había llegado y sin inhibiciones; primero el comer y después el “deber”, las deudas a la paraestatal pueden esperar y sus demandas pausar, es la tregua vital de hacer por la vida.
Cual, si fuera un día de campo, las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad en minutos se convirtieron en la cocina de los productores y agricultores, de los demandantes de los apoyos al campo que hoy tomaron las instalaciones en son de protesta.
El calor del día aprieta y el hambre también, la resistencia a los cobros es más fuerte que al hambre, esta los doblega a los primeros embates y entonces repelen cuchillo en mano que desgaja una pieza de carne de puerco en tiras, estas junto con las carnes frías son condenados a la “hoguera” del disco, donde el silencioso verdugo del soplete ha incitado al aceite que hirviente consuma la tarea.
El alimento se fríe, ante la mirada de los comensales. Han roto la paciente espera a la resolución al problema con el corte de energía en varios ejidos de la región de Jiménez, pero solo para atacar inmisericordes el depósito de los sagrados alimentos cuyo frente se va desvaneciendo en minutos.
Bien dicen que; el hambre es canija, pero más el que la aguanta, los hombres y mujeres que se estacionaron de la calle Colon y adyacentes no retaron a la necesidad corpórea. Apaciguaron la exigencia con tan solo rebanar en tiras finas la carne, insumo principal del platillo campirano, el que regresará la energía para seguir en la protesta. Vienen desde lejos, pero igual onde quiera los alcanza la necesidad y para gritar en el campo o en la ciudad, el ánimo es indispensable y…
¡con hambre el grito no sale!
"Una rica discada para no pasar hambres, de esas que dejaría satisfechos a los más exigentes “master chefs” de la tele”, advierte uno de los improvisados cocineros quien, para esos momentos, con mucho ánimo preparaba la comida.
No es un contingente pequeño, “la brigada Rentería” que da combate a las tarifas, se compone de unas 150 personas. Todos desafiantes de la autoridad, retadores de los cortes de energía…todos ¡al ataque a saciar el hambre!¡Primero es el comer y después el “deber!
