El Cristo redentor olvidado
10 de diciembre de 2021
Melecio Corral Solis
Originario de Guadalupe y Calvo licenciado en artes escénicas de la UACH
Los tiempos están muy cambiados amigo. Dijo Don Anselmo mientras limpiaba el sudor que brotaba de su frente arrugada y espantaba los mosquitos que intentaban chuparle la sangre de sus rodillas. Pero...¿Porque dice eso Don chemo? Le pregunto curioso al humilde y parlante ancianito. Don Chemo hizo una breve pausa,luego sus miradas se perdieron profundamente rio abajo como esforzándote por recordar algo y finalmente comenzó a relatarme.- Mire mi Profe. Hace muchos, antes de que se descubriera el mineral de la Virgen del Rosario que diera origen a lo que ahora es la cabecera Municipal de Guadalupe y Calvo, dos hombres que buscaban miel de colmenas por las orillas de este río, encontraron una rica veta de oro y plata, eso fue como en el año de 1810. ¡Muy interesante! Dije. Pero, Don Chemo sin perder los imágenes y los recuerdos que aterrizaban en su memoria continuó narrando. Cuando se denunció la mina con las autoridades correspondientes que estaban en San Juan Nepomuceno en aquel entonces vino gente de muchas partes a trabajar en la mina. Cuentan que el mineral creció tanto que en cuestión de un año ya había más de mil habitantes en ese pueblito llamado "El Real del Refugió" Dicen que el pueblo estaba muy bien organizado, tenían autoridades, una escuela y hasta una bella iglesia, bueno de eso quería hablar de la iglesia construida en ese lugar. Pos ay tiene que al terminar de construir la Iglesia ¡Estaba tan bella esa casa de Dios! Que a los cuantos días trajeron al Cristo Redentor del otro lado del mar y entró por el lado de Sinaloa. !Dicen que trajeron al Cristo Redentor del otro lado del mar! ¿Sería de España? Pregunto interesado al relator.
De dónde lo hayan traído. Dijo Don Chemo. El asunto es que cada que llegaba Semana Santa, por cuarenta días lo paseaban entre letanías y oraciones por todas las regiones cercanas. Cómo le digo, la gente de antes era más creyente y tenía más fe, pues paseaban al Cristo Redentor por las tierras para que diera fruto cuando la semilla cayera en ella y valla que si producían las tierras ¡Porque había fe pues! Pero...La mina decayó, la gente se fue a trabajar al nuevo mineral del Rosario, la iglesia se quedó sola, y cuando ya se estaban cayendo las paredes una señora se compadeció del Cristo Redentor, lo descolgó de la iglesia y se lo llevó a su casa. Cómo le dije en un principio mi Profe. Dijo con nostalgia y profundidad Don Chemo. La gente ha perdido la tefe en Dios y por eso las tierras de hoy en día ya no producen, ya no hay peregrinaciones por las tierras con Cristos, Vírgenes y Santos ¡Ya todo se acabó y no sabemos cómo vaya a terminar esto! Terminó diciendo Don chemo. ¿Oigan Don Chemo? Pregunto de nuevo al ancianito. ¿Y de todo ese esplendor que se vivió en el Real del Refugio en su bonanza minera? ¿Me imagino que solo quedan algunas ruina? -!Nada de eso mi Profe! Dijo Don Chemo. Gracias al buen corazón y a la fe de Doña Candelaria aún se conserva el Cristo del Redentor. Lo han cuidado por generaciones en la casa de la Familia Navarrete aquí en la comunidad del Sapote.¿Cómo la ve?
Cuando Don Chemo dijo esto último, no lo podía creer. Acudí con la familia Navarrete y conocí al Cristo Redentor la única pieza valiosa e espiritual que se salvó de aquellas bonanzas mineras en el real del Refugio.
¡Que no decaiga la fe y la esperanza en los corazones GuadalupeCalvenses y salvemos nuestro municipio!