Erik Jurado

El gobierno independiente-naranja es un bache en el camino de la política local. En escritos anteriores he descrito el drama que representa el estadio de este grupo político en el poder, y sobre todo los caminos impíos que han utilizado para controlar el dominio político como si fuese una conquista hostil.

Pero debe devenir un resurgimiento de la auténtica política, una que sustituya este sistema bárbaro, lleno de anomalías y golpes al ciudadano, pero además la improvisación de personajes tan mal formados.

Denomino esta participación como el resurgimiento, y trato de establecer en el los elementos que deben coincidir para recuperar un escenario verdaderamente político en remplazo de esta situación de guerrilla en la que estamos.

El fortalecimiento de los partidos políticos es clave, las organizaciones de la política en lo local deben de re estructurar su operación y refundar su visión ideológica, además de formar a sus miembros en habilidades verdaderamente políticas y justas.

La libertad de la prensa, el resurgimiento político está sostenido por la liberación de la prensa local, una prensa que no está sujeta a los deseos y sueños del gobierno opresor, sino que hace trabajo de investigación y brinda información fidedigna al ciudadano.

Una re culturización del ciudadano promedio. Es importante terminar con esa suerte de ciudadano desinteresado del destino político de su entorno y erradicar la compra de voluntades, en sustitución de una visión formada de pueblo y una moral colectiva.

La estructuración de los actores políticos de una visión de desarrollo sostenido y a largo plazo. Es irrevocable, terminar con esa visión del gobierno como mecanismo de enriquecimiento del gobernante en turno, y dotar a los actores políticos con una visión social y colectiva de construcción social. Es necesario devolver la vocación al gobierno y los gobernantes, e instituir al servicio público como el garante del desarrollo social y humano.

Solo de darse esas condiciones podremos avizorar una ruptura con el sistema que han implantado estos gobernantes improvisados, que amenazan, sobajan, y empobrecen al pueblo en detrimento de sus aspiraciones súper particulares.

Otro tipo de gobierno es posible, pero no en quienes detentan actualmente el poder.

Los ciudadanos deben confiar, y los partidos deben nuevamente generar seriedad, la prensa deberá comprometerse de nuevo con la verdad y por su puesto debe haber una visión colectiva, que devuelva el sentido a la política local.

Estamos próximos al resurgimiento, o al menos tenemos una oportunidad en el horizonte, la pregunta es ¿estamos a la altura del sueño que buscan los parralenses?