Erik Jurado

Esta semana el secretario de salud ha anunciado que Parral es uno de los municipios que se encuentran al borde del desastre, pues la tasa de infecciones es mayor, incluso que al inicio de la pandemia.  Esto es el resultado de una serie de ausencias, la suma de la irresponsabilidad y vacíos que caracterizó a esta administración.

El rastro de la ciudad no está bien, no cuenta ni con los materiales más básicos, el relleno sanitario es ya un basurero a la vieja usanza, seguridad pública es completa anarquía, los parques y jardines están destrozados y abandonados y así sucesivamente. Todo esto es el resultado de la falta de cabeza.

El presidente municipal es inexistente. Alfredo Lozoya no despachó nunca en la oficina presidencial, en sustitución Francisco Sánchez toreaba a quien llegaba, pero nunca resolvió un solo problema municipal. Prácticamente Parral tiene cinco años sin presidente y ello ha generado un mal generalizado, una ausencia de poder.

El deseo de Lozoya siempre fue el reconocimiento, nunca el resolver problemas en el municipio, pero pronto se llegó el momento en el que se aburrió y buscó un nuevo juego, ahora contiende a la búsqueda de gobierno del Estado haciendo las mismas promesas que nunca cumplió; propone terminar con la inseguridad, falta de agua en las colonias, mejores servicios públicos y mayor rendimiento de los bienes públicos.

Sin ningún empacho el presidente con licencia presume que hará lo que nunca pudo hacer en su municipio, ahí donde siempre estuvo ausente.

Parecía que el relevo presidencial traería un alivio en los problemas municipales, pero resultó peor aún, pues el actual presidente no tiene capacidad de decisión y todo debe consultarlo con el secretario que nada resolvía.

La administración pública no está haciendo su trabajo, es simplemente una estructura que busca perpetuarse otros tres años. Todos los esfuerzos están depositados en buscar posicionar candidatos, pero el agua, la seguridad, los parques son una suerte de poco interés para los actuales administradores de los recursos públicos.

Hay una ausencia presidencial que ha venido golpeando muy fuerte al municipio y que debe resolverse en los próximos comicios, debe venir un voto de castigo hacia el equipo que hoy gobierna.

La transición es importante y deseable, solo así maduran los equipos y solo así se consigue un mejor gobierno.