Lic. Eduardo Burciaga

El pasado viernes el IMSS dio a conocer que se daba una prórroga para el cumplimiento de la obligación de registrarse en el portal REPSE (Registro de prestadoras de servicios especializadas u obras especializadas), no establecen nuevo plazo sin embargo no se menciona hasta cuando, solo hasta que el ejecutivo publique el decreto nuevamente y entre en vigor, lo cual podría ser hasta el próximo ejercicio.

La prórroga atiende a la solicitud del sector empresarial a que los tiempos no alcanzaban ya que estaban rechazando más del 30 por ciento de las solicitudes, además de que en algunos casos las obligaciones de los contribuyentes no estaban al corriente y el actualizarla no alcanzaban los tiempos, quedaban muy justos.

Probablemente el nuevo plazo quede establecido hasta inicios del año 2022, como parte de las negociaciones de lo que vendrá a ser la reforma fiscal, dentro de la cual vienen varios puntos como el ISR progresivo hasta tratar de llegar 50 ó 60 por ciento, similar a países como Canadá, Israel o Japón.

Asi mismo el sector empresarial considera importante disminuir la tasa de ISR corporativo y autorizar o crear algunos estímulos que inciten a la reactivación económica y la generación de empleos, fomentando puestos de trabajo.

Otro tema que se había manejado que tenía que ver con el “impuesto a las grandes fortunas”, consistía en imponer una tasa general del 1 por ciento sobre el patrimonio neto de las personas que rebasen un límite de 20 millones de pesos, tema que estará a tratar.

En temas de IVA (Impuesto al valor agregado), se tiene contemplado la revisión de la tasa 0, algunos conceptos no entren en este beneficio dejando básicamente alimentos y medicinas.

Además de los impuestos a las empresas que prestan servicios multinacionales como se había tratado el tema en la cumbre G20, quienes para México contemplaba un ingreso extra de estas empresas por más de 20 mil millones de pesos por concepto de impuesto.

El tema más afectable a los negocios es el incremento del ISR progresivo, en otras palabras, aumentar las tarifas conforme a la utilidad de los contribuyentes, por lo que resultara importante ver las negociaciones que surgirán de aquí en delante.

Muy seguramente el tema del outsorcing sea moneda de negociación para sacar avante la reforma fiscal, sin embargo, México no cuenta con las condiciones idóneas para un aumento, por lo que los legisladores deberían considerar las condiciones en que se encuentra la economía nacional y sobre todo el tiempo que tardara en reponerse.