Erick jurado

Perfectamente entiendo que no eran naranjas, se tiñeron, pero tienen ya una continuidad de seis años en el poder y es posible juzgar a ese proyecto político por sus resultados, aquí me permito hacerlo en mi carácter de ciudadano, uno inconforme y agraviado.

De ante mano repetiré hasta el cansancio que a los gobiernos se les observa, no se les aplaude, pues es tarea de todo ciudadano responsable observar los excesos y carencias del gobierno, pues de ello deviene en un mejor ejercicio público, aunque estos personajes que están al frente de la administración pública aun no lo entienden así, lo asumen personal y para ellos lo que debe venir no es un mejor actuar, es más presión mediática y persecuciones de todo tipo.

De ante mano debo decir que hemos presenciado la curva de aprendizaje en la administración pública más lenta que haya tenido un gobierno en Parral, pues aún tienen yerros básicos. Pero también hemos presenciado la curva de aprendizaje más rápida en el ejercicio político, pues ese equipo que está en presidencia podría darle clases a Nicolás de Maquiavelo sobre pragmatismo y presión social, sobre como aplastar oposiciones y abuzar de los ciudadanos.

En seis años de poder, el equipo naranja no ha podido dar seguridad pública a los parralenses, pues sus miembros no están protegidos ni gozan de buenas condiciones laborales, no hay evaluaciones de confianza y no existe la colonia del policía.

Los servicios públicos no están orientados, la basura es un problema y la hierba crece libre pues no hay organización suficiente para estar pendiente de parques y jardines.

El agua sigue siendo un problema, bueno ya llovió, porque no hay condiciones suficientes para asegurar a las colonias el vital líquido.

La obra pública es más chafa que nunca, pues sólo una constructora, la del presidente (el real) detenta todos los contratos, y al no haber competencia no hay calidad. Pero además de mala calidad, sin visión, pues no existe realmente obra pública que se vuelva atractiva para nadie, la ciudad no tiene rumbo claro y por ende toda obra obedece a una ocurrencia.

El turismo, ¿Qué es eso?

En lo económico presenciamos una des aceleración muy marcada, no hay más empleos, de hecho los formales han disminuido y se ha fomentado la informalidad. La administración municipal se ha convertido en el peor cazador de empresarios y sus recursos, los costos más elevados de la historia en permisos y trámites, y además extorsión y amenazas a aquellos que salen de la línea marcada.

Una administración pobre, que le invierte mucho a la publicidad y a construir imagen, pero esa imagen cada vez se vuelve más complicada de sostener, pues son muchos los excesos y muy notorios.

Escucharé con atención el informe, pues me interesa presenciar todas las marometas que dará el presidente, para cubrir los desvíos millonarios a otros intereses muy notorios.

En lo que al ciudadano nos toca, tenemos que exigir más claridad y certeza en la administración de nuestros recursos.