PROFES. - La lucha magisterial en Parral y su región ha tomado matices difíciles de ignorar. Lo que inició como una manifestación legítima por derechos laborales hoy se encuentra atravesada por intereses políticos, favoritismos oficiales y una preocupante falta de coherencia institucional.

ACCION. - El grupo Red Magisterial ha logrado visibilizar su molestia, aunque no necesariamente incrementar su base. Sin embargo, lo interesante no es cuántos son, sino quién los apoya. Una comisión de sus integrantes acudió directamente al diputado Alfredo Lozoya, quien —según se sabe— está financiando en especie algunas de sus acciones, como ya ocurrió con los manifestantes estatales que tomaron el edificio de gobierno semanas atrás.

DUDAS. - Esto abre interrogantes. Si el movimiento presume ser independiente, ¿hasta qué punto puede mantener su autonomía con respaldo político evidente de Movimiento Ciudadano? ¿Se lucha por los derechos del gremio o se pavimentan caminos hacia agendas personales?

SECTOR. - Por si fuera poco, el movimiento de protesta se fragua también desde espacios oficiales. En el nivel preescolar, por ejemplo, la jefatura de sector incita a abandonar las aulas al otorgar la garantía tácita de que no habrá repercusiones en el cheque. Hasta ahora han tenido razón: no ha habido sanciones.

EXTREMO. - El tema no debe ser menor para la estructura de SEECH ya que desde lo oficial se lucha más que desde el sindicato o de los grupos disidentes al SNTE. En la zona serrana de Guadalupe y Calvo se llegó al extremo de pedir cuotas de cooperación a padres de familia de preescolar para que los docentes pudieran financiar el transporte de camiones y poder asistir a las protestas del 1° de mayo en la capital. Una forma poco ética de trasladar el costo de la lucha gremial al bolsillo de los más indefensos: las familias.

TIBIA. - Mientras eso ocurre, la autoridad educativa se muestra tibia. Anuncian posibles descuentos a quienes se ausenten injustificadamente de las aulas y afecten con ello el servicio, pero solo eso hacen, hasta ahora no lo cumplen. Es decir, hay discurso, pero no acción.

CONTRASTE. - Lo más preocupante es el doble rasero. En zonas como Ciudad Juárez, donde los niveles de inseguridad han llegado a extremos peligrosos, maestras y maestros han solicitado terminar el ciclo a distancia por temor a asistir y ser agredidos. ¿La respuesta? AMAGOS. - Las amenazas de descuentos si no acuden presencialmente son fuertes, pero en contra parte a quienes cierran escuelas en nombre de la protesta, ni una amonestación les merece.

DUDA. - ¿A qué juega Servicios Educativos del Estado? ¿A quién protege y por qué? ¿Hay una doble vara en las ausencias; la inflexible para quienes proponen mantener el servicio y la blanda para los que abandonan las aulas para expresar sus demandas en horas hábiles? Las respuestas, al parecer, no las tienen quienes enseñan, sino quienes deciden desde escritorios… o desde trincheras políticas.