DICERES. - En Chihuahua, la política se mueve entre lo folclórico y lo simbólico, y hoy, en pleno 2025, el fenómeno de César Duarte vuelve a escena, no como un regreso institucional, sino como un resurgimiento casi místico.

DATA. - El exgobernador, quien encabezó una de las etapas más cuestionadas del PRI en el estado que lo llevó a la persecución por tierras nacionales y extranjeras hasta ser encarcelado, hoy desde su libertad limitada ha emprendido una cruzada de reuniones públicas-privadas que, con el paso de los días, se asemejan a peregrinaciones de devotos que acuden a venerar al santo patrón, aunque en el fondo son encuentros políticos que al hacerlos públicos se convierten en mensajes cifrados con destinatarios específicos.

CITAS. - Los visitantes llegan en oleadas: algunos con fe renovada, otros en busca de redención, y unos más solo para no quedarse fuera. Ya no se habla de estrategias partidistas ni de plataformas de gobierno. De lo que se habla es del testimonio de la redención del “milagro político”, así se entreteje la bendición del santo patrono del periodo 2010-2016. La reunión en si misma es el mensaje.

CITACION. - Desde su sede capitalina, Duarte oficia algo parecido a misas políticas: ejerce una fe confesional donde escucha, observa, bendice, perdona… y acomoda. Tiene visiones futuristas, esta pleno, listo para emprender una nueva intervención política en el estado, aunque no directamente, ahora prepara la tarea a través de estos intercesores, algunos son seguidores de antes, otros son conversos de este tiempo, pero todos serán en el papel los nuevos apóstoles de la predica en los territorios del estado, empezando por Parral y Balleza.

ACERCAOS. - Las visitas recientes hablan por sí solas. Dalila Villalobos, Vicencio Chávez, Miguel Primo Armendáriz, y hasta Chu “Pizzas” todos han desfilado en fila india a la nueva catedral política de Duarte. Cada cual, con su grupo, pero todos llevan consigo su intención interior: unos buscan protección, otros pedirle una segunda oportunidad, otros más, simplemente figurar, pero todos, ¡todos! Quieren ser testigos del “Duarte Pasito” ese que ha sido un reto para la credibilidad de la ciencia médica y para la ortodoxia política.
GRUPOS.- En el caso de Chu Pizzas y Miguel Armendáriz, tienen poco que perder, en estos momentos y desde hace años están en el limbo político, pero aspiran a volver a tocar el cielo, en tanto que la dupla Dalila-Vicencio, siguen desafiando a la santa inquisición priista que ya les tiene lista la tortura terrenal del hielo congelante modelo 2027 con el que buscan aplacarles el demonio que los ha poseído y los hace dar vueltas a la capital en busca del-Duarte Pasito perdido y entonar canticos desconocidos, como el de la versión remasterizada del corrido de Chihuahua.

ARRIBO. – Por cierto, hasta ahora todos los invitados a la casa del señor llegan con humildad política, aunque con la ambición electoral escondida bajo el brazo en espera de ver la señal o escuchar la palabra que pontifique lo que está por venir.

AGREGADOS. - Esta dinámica encierra una paradoja peligrosa: mientras los partidos políticos siguen extraviados, sin liderazgo real ni estrategia, Duarte se rearma al más puro estilo del viejo PRI. No tiene partido, pero sí construye una estructura; no tiene fuero, pero busca operar a través de otros; no tiene votos propios, pero cultiva y embelesa la clientela potencial que lo catapulte a la mesa de las negociaciones más allá de partidos, lo que vende es la base social rescatada de las reminiscencias de su paso por el poder desde donde construye su regreso al mundillo de la política.