DEBATE. - El tiempo del lunes se agotaba, el día avanzaba en su caducidad. Con el mes de mayo había llegado la cuenta regresiva para el debate entre los que aspiran a ser alcaldes de Parral. En el papel hay ocho inscritos, en realidad varios adquieren solo el nivel  de bulto. La competencia se divide en dos grandes bloques; los que quieren cambiar de gobierno y aquellos que buscan lograr el sueldo de una regiduría.

MIEDO. - El miedo no es el mejor de los consejeros. Las decisiones que se toman bajo este factor suelen ser disparatadas e inconcebibles, por decir menos. Desde su sillón de operador político de uno de los candidatos de la contienda, el asesor estrella se decidió a romper el silencio y perder la vergüenza. Bueno esta última ya le había sido extirpada años atrás, casi junto con el nombre, el cual había empeñado en una apuesta electoral donde perdió y ¡no pago!

LLAMADAS. - Las llamadas se triangularon y la arenga telefónica despertó en sus interlocutores el instinto de conservación. El debate no ofrecía condiciones que les favoreciera, todos se dolían del mismo mal. Lo mejor es que se suspendiera, si se realiza y ellos no están, los dejaran mal parados.

PLEITO. - Urgía crear las condiciones para que el debate no fuera posible. La misión tenía dos escenarios, primero conseguir la unanimidad de todos los candidatos, con excepción del naranja, ante el cual no querían mostrar debilidad.

RATERO. - El segundo escenario, era hacer un pleito ratero, hacerse los ofendidos. Si no todos aceptaban el boicot, ellos se mantendrían renuentes a asistir. Eludir la confrontación de las ideas es la única opción, cuando se carece de estas. Las justificantes serian que el evento es anticipado, a contra tiempo y que atenta contra la salud pública.

MIEDO. - El acuerdo se fue rompiendo poco a poco, se puede decir que duro apenas unas horas. Fue tan efímero que el destello del, fue momentáneo, animoso, pero de dientes para afuera, se rompió a las primeras de cambio y por lo pronto, ¡si hay debate! Lo que no se sabe es si estarán todos. Los autores de esta intentona ¿Se atreverán a mostrar el cobre que se matiza con el acoso del miedo?

MIEDO. - Las razones que esgrimen los asesores para no querer sacar a competir a sus “gallo” los ¡nunca vistos! Es que, en el fondo, los saben improvisados, les falta de propuesta. Tienen la lengua corta y la  cola muy larga, razones suficientes para justificar el fallido intento de complot contra el debate que organiza la asamblea municipal de elecciones.

PIRATA. - La escasez de propuesta llega al grado que, por lo menos dos de los candidatos piratearon parte de su plataforma de campaña a otro partido. De ese tema del espionaje sufrido, puede dar amplia explicación Federico Ramírez quien es o era autor y albacea del proyecto plagiado y que después apareció fragmentado en dos equipos contrarios.

DIAS. - La pandemia se ha convertido en la justificación favorita de muchas situaciones que se eluden. Los políticos no fueron la excepción.  Sin embargo no todos los partidos aceptaron. De entre los competidores hay algunos que no tienen nada que perder y sí mucho que ganar, una plataforma de difusión como la de esa práctica democrática les ayudaría a crecer en adeptos o por lo menos reencontrarse con los que habían considerado perdidos.