Crónica:
Aprisionados por la Prudencia: Maestros Federales de Guachochi narran las vejaciones inferidas
Logran llegar a la marcha del 1 de mayo en Chihuahua viajando de noche en sus vehículos
jueves, 1 de mayo de 2025

Guachochi, Chihuahua. El reloj marcaba las cinco de la tarde cuando un grupo de maestros federales abordó un autobús azul con blanco con la esperanza de partir rumbo a la capital del estado para sumarse a la manifestación del Día del Trabajo. Sin embargo, lo que debía ser un viaje tranquilo y organizado terminó convirtiéndose en una larga espera tensa, marcada por bloqueos, insultos y un clima de hostilidad entre compañeros de la misma profesión.
Desde el interior del camión, los docentes narraron cómo fueron interceptados por otros maestros, integrantes de lo que ellos dieron a llamar "bloqueo magisterial" que son parte de la agrupación “red magisterial”. Esa tarde el movimiento fue liderado por Héctor Manuel Pérez Urtusástegui y Xóchitl Járez Nevárez, con el respaldo de maestros como Wilbert Ramos Acosta.
Según relataron, el grupo bloqueador no solo impidió físicamente la salida del vehículo, sino que arremetió verbalmente contra los ocupantes del camión, lanzando insultos y consignas ofensivas, sin importar que entre los presentes había mujeres maestras, afirma uno de los maestros quien aún muestra la impotencia de no poder hacer nada con lo que considera una injusticia.
"Lo hicieron -el bloqueo- sin detenerse ante nada, llegando a los insultos y provocaciones, parecía que algunos estaban bajo los efectos del alcohol", ¡estaban desconocidos! comentó uno de los profesores. "Las expresiones que usaron no eran dignas de un maestro. Pero sí, ¡eran nuestros compañeros!".
La autoridad local intentó mediar sin éxito, al igual que personal del Ministerio Público, pero los esfuerzos fueron infructuosos. El grupo manifestante se impuso por la fuerza, obligando a sus otros compañeros maestros a permanecer aprisionados en el interior del camión durante horas.
"Desde las cinco de la tarde estuvimos listos para partir, pero a las diez de la noche decidimos bajarnos y emprender el viaje por nuestra cuenta, con todos los riesgos que eso implica", relató otra maestra. Fue hasta después de las once de la noche que lograron salir de Guachochi, emprendiendo el trayecto a la capital bajo la oscuridad de la sierra, afortunadamente sin incidentes mayores.
Durante las largas horas de encierro, los docentes afectados eligieron el silencio como respuesta a las provocaciones. "No respondimos a los insultos, por más ofensivos que fueran. Preferimos la prudencia a provocar un enfrentamiento entre compañeros", expresaron.

Este episodio, más allá de ser una anécdota amarga dentro de una jornada de lucha laboral, expone las tensiones internas del magisterio y deja al descubierto la urgencia de establecer canales de diálogo efectivos que eviten que la violencia y que entre colegas formadores de niños, niñas y adolescentes esta práctica se convierta en un lenguaje común.

La Expresión Continúa...


















