La misa atrajo a cientos de feligreses, quienes participaron con ofrendas de flores, danzas y antojitos típicos de la región, festín que se complementó con la música y el cálido aroma de los platillos típicos de esta región acompañados de un ponchecito o un champurrad, Grupos de danza folclórica también realizaron presentaciones para honrar a la Guadalupana, haciendo vibrar el corazón de todos los presentes.

Momentos de unidad y alegría se vivieron al entonar las mañanitas, una tradición emblemática que simboliza el amor y la gratitud hacia la Virgen. Este acto no solo fue un homenaje a la patrona, sino también un reflejo del sentido de comunidad que caracteriza a Guadalupe y Calvo.

Así, la celebración de la Misa de Gallo reafirmó la importancia de las tradiciones en la vida cotidiana de sus habitantes, fortaleciendo los lazos comunitarios a través de la fe y la cultura local. La devoción hacia la Virgen de Guadalupe se mantuvo viva en cada canto y en cada gesto, dejando una huella profunda en el corazón de todos los que se unieron a esta emotiva celebración.