DAÑO. - En los últimos días la nubosidad observada en el acceso a la ciudad ha sido densa, acompañada de olores fétidos y penetrantes, ¡contaminantes! Desafortunadamente la bruma no tiene relación con las lluvias, todo lo contrario, atienden a una humareda que delata negligencia en la operación del relleno sanitario.

RELLENO. - Las condiciones de operación de ese lugar por mucho no son las mejores, el deficiente manejo del sitio donde se depositan los desperdicios de la ciudad está muy lejos de lo medianamente aceptable.

SANCION. - Las fallas en estos sitios no pueden permanecer ocultas por mucho tiempo. La operación de un relleno sanitario no tiene relación con la improvisación, tiene reglas que deben ser observadas por el departamento de desarrollo urbano estatal. Hace un año la negligencia generó una humareda que se monitoreo y se sustentó que el efecto contaminante llegó a municipios más allá del estado de Chihuahua.

DESPEJE. - La sanción era inminente, hasta que se instituyó la burla oficial al sentido común de los parralenses, la inteligencia de una comunidad fue insultada. La salida a la crisis de la concesionaria del relleno sanitario terminó cuando ¡encontraron un chivo expiatorio! Se trató de un pobre hombre a quien acusaron de haber iniciado el siniestro, los señalamientos se hicieron ante la fiscalía de justicia, no había pruebas y el hombre quedó libre, pero con la sola denuncia se dio una salida a los beneficiarios de la concesión que se cobra en niveles monetarios de primer mundo mientras que sus acciones de cuidado al medio ambiente siguen siendo tercer mundista.

EVIDENCIAS. - Días previos al anterior incendio se habían documentado evidencias del descuido, el relleno sanitario se había convertido en un simple basurero, es evidente que solo es un buen pretexto para cobrar.

DIAS. - Hace dos días nuevamente volvió a ocurrir lo mismo, el relleno sanitario de Parral no termina de asumir ese estatus y se mantiene como un simple basurero. Se volvió a incendiar, las bocanadas de humo son visibles desde kilómetros a la redonda, los olores putrefactos de la consecion emergen delatando las inocultables irregularidades.

LLUVIA. - Se quería nuevamente tapar el incendio con un dedo, pipas de particulares cargadas con agua fueron llamadas al rescate, pero fueron insuficientes, terminaron recurriendo a los bomberos para tratar de sofocar la emergencia.

AYUDA. – Todos los esfuerzos fueron insuficientes, la densa contaminación seguía, la mayor ayuda llegó ayer de manera fortuita; las lluvias.

APOYO. – Los funcionarios de Desarrollo Urbano estatal a cargo de Guencho Atayde en la delegación local deben ser imparcialmente contundentes en su dictamen pericial, en tanto que la fiscalía de justicia no debe prestarse a ser los garantes de la negligente concesión municipal.

ALARMA. - Esta situación y los anteriores incendios están plenamente documentados, son parte de un expediente que las nuevas autoridades deberán evaluar para hacer una valoración de una concesión otorgada bajo la sombra de densas dudas y asignada injustamente a más de 15 años. Incidentes como este deben ser puestos sobre la mesa del escrutinio de una posible revocación.